La administración del presidente estadounidense Donald Trump está considerando ampliar significativamente sus restricciones de viaje mediante la posible prohibición de entrada a Estados Unidos a ciudadanos de 36 países adicionales, según un cable interno del Departamento de Estado.
A principios de este mes, el presidente republicano firmó una proclama que prohibía la entrada de ciudadanos de 12 países, afirmando que la medida era necesaria para proteger a Estados Unidos contra «terroristas extranjeros» y otras amenazas a la seguridad nacional.
La directiva formaba parte de una campaña de represión contra la inmigración que Trump lanzó este año al inicio de su segundo mandato, que ha incluido la deportación a El Salvador de cientos de venezolanos y los esfuerzos por denegar la matrícula de algunos estudiantes extranjeros en universidades estadounidenses, además de deportar a otros.
Otros motivos de preocupación eran que los nacionales de algunos países estaban implicados en actos de terrorismo en Estados Unidos o actividad antisemita y antiamericana.
Los países que podrían enfrentarse a una prohibición total o parcial si no abordan estas preocupaciones en los próximos 60 días son: Angola, Antigua y Barbuda, Benín, Bután, Burkina Faso, Cabo Verde, Camboya, Camerún, Costa de Marfil, República Democrática del Congo, Yibuti, Dominica, Etiopía, Egipto, Gabón, Gambia, Ghana, Kirguistán, Liberia, Malawi, Mauritania, Níger, Nigeria, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, Santo Tomé y Príncipe, Senegal, Sudán del Sur, Siria, Tanzania, Tonga, Tuvalu, Uganda, Vanuatu, Zambia y Zimbabue.
Esto supondría una ampliación significativa de la prohibición a 12 países que entró en vigor a principios de este mes.
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