Panamá se adentra este domingo en las elecciones más complejas y polarizadas de su historia, con la alargada sombra del expresidente Ricardo Martinelli, que aunque no pudo buscar la reelección por una condena por blanqueo, tiene a su delfín liderando las encuestas y con una candidatura ratificada a última hora por el Supremo.
Como en sondeos previos del diario La Prensa, el último difundido el pasado jueves, antes del inicio del período de reflexión, José Raúl Mulino, de Realizando Metas (RM), ocupa el primer puesto, entre los ocho candidatos, con 37,6% de la intención de voto, mientras sus tres contrincantes inmediatos se mantienen a cierta distancia.
El expresidente Martín Torrijos (2004-2009), por el Partido Popular (PP), Rómulo Roux, por Cambio Democrático (CD), y Ricardo Lombana, por el Movimiento Otro Camino (Moca), le siguen con un apoyo de 16,4%, 14,9% y 12,7%, respectivamente, un «empate técnico» cuando el margen de error se sitúa en 2%.
Mientras, el resto de competidores carecen de opciones aparentes, con José Gabriel Carrizo, por el gobernante Partido Revolucionario Democrático (PRD), el mejor posicionado de ellos con 8,3%, seguido de los independientes Zulay Rodríguez (5,1%), Melitón Arrocha (2,4%) -que pidió sorpresivamente en su cierre de campaña el voto para Torrijos- y la izquierdista Maribel Gordón (1%).
«Ya la oferta electoral está muy clara y ustedes tienen las opciones abiertas (…) Quienes hemos venido muchas veces a Panamá sabemos que esta es una sociedad que vive intensamente la política y esperamos que de esa misma manera la ciudadanía acuda a las urnas», señaló el director ejecutivo del Instituto Interamericano de Derechos Humanos, José Thompson, en una rueda de prensa.
Los 3.035 centros electorales abrirán a las 7:00 hora local (12:00 GMT) hasta las 16:00 (21:00 GMT) para que los más de 3 millones de panameños convocados a las urnas elijan los 885 cargos: un nuevo presidente y vicepresidente, 20 diputados al Parlamento Centroamericano (Parlacen), 71 diputados a la Asamblea Nacional (AN), 81 alcaldes, 701 representantes de corregimiento y 11 concejales, todos con sus suplentes, para el periodo constitucional del 1 de julio de 2024 al 30 de junio de 2029.
Ya hay 4.458 votos recolectados a través del sufragio adelantado por internet, un polémico procedimiento tras el desorden inicial de las casillas de los candidatos presidenciales en la versión digital, según cifras del Tribunal Electoral (TE).
La incertidumbre se esfumó la madrugada del viernes después de que la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de Panamá declaró que «no es inconstitucional» la decisión del pasado 4 de marzo del TE de designar como candidato presidencial a Mulino en sustitución in extremis de Martinelli.
Esa controversia legal alrededor de Mulino será recogida en un informe final de las elecciones generales que redactarán algunos observadores internacionales, según adelantaron.
Además de la situación legal de la candidadtura de Mulino, la recta final de las elecciones generales se ha visto marcada por imprevistos errores técnicos en el voto digital por adelantado, que llevaron a que el Tribunal Electoral suspendiera el sufragio electrónico el día de las elecciones por la desconfianza de los partidos.
«La campaña electoral es un proceso plagado de pasiones, controversias (y) debates. Por supuesto, Panamá no escapa a estas características fundamentales con las peculiaridades que presenta este proceso», dijo el jefe de la Misión de Observadores Electorales de la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore), Wilfredo Penco.
Pero si hay una figura que sobrevuela estas elecciones sin ser candidato es el expresidente Martinelli (2009 -2014), que se despidió en marzo de sus aspiraciones de retornar al poder después de que el Tribunal Electoral lo inhabilitara para participar en los comicios tras una condena a más de 10 años de prisión por lavado de dinero, lo que le llevó a asilarse en la Embajada de Nicaragua en Panamá a la espera de un salvoconducto.
Martinelli ha estado muy presente en el proceso electoral haciendo proselitismo desde la embajada a favor de Mulino, o apareciendo en la publicidad y los vídeos de la campaña junto con el que fue su compañero de fórmula hasta hace dos meses.
Eso elevó la tensión entre Panamá y Nicaragua durante todo el proceso electoral, ya que la Cancillería panameña reclamó las acciones de Martinelli como «fines político-partidistas», que no pueden ser llevadas a cabo desde una sede diplomática.
Mulino ha dicho públicamente que de llegar al poder “ayudaría” a Martinelli “como corresponde de acuerdo a la ley”, después de que el actual Gobierno le negara un salvoconducto para viajar a Nicaragua.
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