Una verdadera crisis de salud. Así ha sido descrita por autoridades locales la reciente ola de calor que ha golpeado con dureza el oeste de Estados Unidos. Las altas temperaturas han dejado al menos 63 fallecidos en el estado de Oregón y otros 13 en Washington.
“Sospecho que enfrentaremos este tipo de evento nuevamente mientras nuestro verano se hace más caluroso”, ha dicho este miércoles en un comunicado la doctora Jennifer Vines, de los servicios de Salud del condado de Multnomah, donde se encuentra la ciudad de Portland, y donde se registraron 45 decesos desde el viernes.
La ciudad de Portland, ubicada en el norte de Oregón y con una población de 650.000 personas, registró altas temperaturas desde finales de la semana pasada. El domingo la sensación térmica llegó hasta los 44 grados. Un día después, este lunes, los termómetros marcaron 46 grados, alcanzando un récord de acuerdo al servicio meteorológico nacional. Las altas temperaturas comenzaron a remitir este miércoles, pero las autoridades temen que este haya sido un aviso de lo que el verano deparará en una temporada de sequía e incendios en la zona.
La mayoría de las 45 víctimas murieron a causa de hipertermia, una subida de la temperatura temporal ante la incapacidad del organismo de lidiar con las condiciones externas. Los servicios forenses del condado de Multnomah explicaron que la mayoría de los fallecidos, entre los 44 y los 97 años, perecieron solos en cuartos que no tenían aire acondicionado o ventiladores. Las autoridades también dieron a conocer en un comunicado que Oregón, un Estado de 4.2 millones de personas, solo tuvo 12 muertes por hipertermia entre 2017 y 2019.
En el Estado de Washington, en la frontera de Estados Unidos y Canadá, el mercurio también llegó a marcas poco antes vistas. La ciudad de Spokane, al este de la entidad, tuvo 42 grados el martes y 38 grados el miércoles. Seattle, en cambio, cerca del Pacífico, sufrió el golpe del calor más temprano en la semana. Las autoridades documentaron allí 13 de los fallecidos a consecuencia de las altas temperaturas.
En los próximos días noticias similares comenzarán a producirse en la franja de Estados del este del país, coo Idaho y Montana, junto con el desplazamiento del domo de calor, un fenómeno de alta presión atmosférica que bloquea la entrada de otros climas, una condición natural que se ha agravado con el cambio climático producido por la humanidad.
La ola de calor ha dejado muchas pérdidas humanas en Canadá, un país que comienza a ver las olas de calor como normales cuando alguna vez fueron situaciones remotas.
“Cada vez hemos visto más y más estos tipos de clima extremos en los últimos años”, dijo el primer ministro Justin Trudeau. “Siendo realistas, sabemos que esta ola de calor no será la última”.
Lytton, un pueblo en la Columbia británica, rompió tres veces esta semana el récord histórico de la temperatura registrada en Canadá. El termómetro llegó a los 49,6 grados este martes. La ya lejana segunda marca, de 45 grados, se tomó en Saskatchewan en 1937.
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