El mandatario brasileño Jair Bolsonaro y su rival Luiz Inácio Lula Da Silva intercambiaron este viernes acusaciones de ebriedad y canibalismo, respectivamente, en una recargada hostilidad en la campaña hacia el balotaje presidencial del domingo 30.
La disputa, que ya es la más polarizada en las últimas décadas en Brasil, se adentró nuevamente en terreno negativo cuando el expresidente Lula (2003-2010) difundió un anuncio televisivo con extractos de una vieja entrevista en la que Bolsonaro afirma que comería carne humana.
«Es para comer, se cocina por dos o tres días y lo comen con banana. Yo quería ver al indio siendo cocinado. Ahí me dicen ‘si lo ve, lo tiene que comer’. ¡Lo como!», dice el presidente en el fragmento del video de una entrevista al diario estadounidense The New York Times en 2016.
En el trecho, el entonces diputado federal Bolsonaro se refiere a un supuesto ritual de la comunidad indígena Yanomami, del estado de Roraima (norte).
Un vocero de los yanomami, Junior Hekurari, negó a un medio local independiente, la existencia del ritual de canibalismo en esa cultura.
Pero el video se viralizó en los últimos días en redes sociales y la campaña de Lula lo incluyó en un espacio de propaganda televisiva, en un intento de frenar a Bolsonaro luego de su sorpresivo desempeño en la primera vuelta de la elección presidencial.
El domingo, el mandatario desafió los pronósticos y logró 43 por ciento de la votación, frente a 48 por ciento de Lula.
El anuncio, que incluye una sucesión de imágenes con otros actos y exabruptos del Mandatario, lo muestra simulando una ametralladora con un trípode, llamando a una diputada de «vagabunda» y burlándose del covid-19.
«Después de todos los absurdos que Brasil ya escuchó de Bolsonaro, surge otro todavía más aterrador: revela que comería carne humana; Brasil no aguanta más a Bolsonaro», dice una voz en off.
El ministro de Comunicaciones Fábio Faría, y uno de los coordinadores de la campaña de Bolsonaro, prometió en Twitter que recurrirán el anuncio ante las autoridades electorales.
Lula marcha adelante en el balotaje con 53 por ciento de los votos válidos frente a 47 de Bolsonaro, según un sondeo del Instituto Datafolha difundido este viernes.
Otra encuestadora, Ipec, difundió el miércoles otro sondeo que ubicaba al exlíder sindical, de 76 años, con 55 por ciento y el excapitán del Ejército, de 67 años, con 45.
Las encuestadoras enfrentan cuestionamientos por subestimar la fuerza electoral de Bolsonaro en la primera vuelta, cuando obtuvo más de seis puntos por encima del máximo esperado por los sondeos.
Bolsonaro, quien había mantenido un tono moderado en el último trecho de la campaña, volvió el viernes a su estilo más agresivo, acusando a Lula de «borracho».
Lula «va a traer una cuadrilla de incompetentes para comandar Brasil. ¡No va a funcionar! (…) ¡Es nuestra libertad la que está en juego!», gritó en una rueda de prensa en el Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial.
Lula, reunido en Sao Paulo con su nueva aliada Simone Tebet, dijo que no responderá «al juego rastrero de Bolsonaro».
«Estamos frente a un hombre sin alma, sin corazón», agregó.
Los ataques mutuos marcaron la primera semana tras el choque en la primera vuelta. El miércoles, Bolsonaro dijo que Lula había ganado en el noreste gracias al analfabetismo de la población.
Pero también hubo una rápida construcción de alianzas con figuras claves e incluso adversarios.
Lula obtuvo el apoyo de Tebet y Ciro Gomes -tercera y cuarto en la disputa, respectivamente con 4 y 3 por ciento. Entre ambos candidatos, sumaron 8,5 millones de votos.
La diferencia entre Lula y Bolsonaro fue de 6,18 millones de votos.
En cambio el exjuez Sergio Moro, némesis de Lula, y los gobernadores reelectos de los populosos estados de Minas Gerais y Rio de Janeiro, se pronunciaron en favor del presidente ultraderechista.
Con información de AFP
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