Primera mujer en llegar a la presidencia de Ecuador, asambleísta, ex ministra de Trabajo. Cuando se le preguntó sobre el papel e injerencia de Correa, asilado en Bélgica tras ser condenado a ocho años de cárcel e inhabilitado de por vida para ocupar cargos públicos por corrupción, ella contestó que será uno de sus principales asesores. Y cuando se le cuestiona por definirse como una mujer de izquierdas y, al mismo tiempo, oponerse al aborto, ella dice que nada la hará cambiar de opinión.
Luisa González, abogada y política ecuatoriana, dijo que quería la presidencia porque su país necesitaba alguien con capacidad, liderazgo, fortaleza y conocimiento para conducirlo. Lamentablemente, tenemos ausencia de todo lo que acabo de mencionar. Hay un versículo en la palabra del Señor que dice “El que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado”. Yo sé cómo funciona el Estado, conozco las necesidades de la población y tengo la capacidad. Y sería irresponsable de mi parte no asumir este reto para sacar adelante a mi país.
P. ¿Con qué movimientos o partidos de izquierda de otros países se identifica usted?
R. Hablamos de un progresismo que se basa en la justicia social, como Lula da Silva en Brasil o Cristina Fernández en Argentina. Pero además, con quien tengamos que trabajar por mejores días para Latinoamérica, pues mejor.
P. ¿Cómo llevaría la relación diplomática con Venezuela?
R. El pueblo venezolano tiene su presidente, lo ha escogido y nosotros respetamos la decisión democrática de Venezuela, como respetamos la de los demás países. Nos llevaremos con Venezuela igual que con Chile, Colombia, Brasil o Estados Unidos, con absoluto respeto y reciprocidad.
P. ¿Qué papel tendría Rafael Correa en su Gobierno?
R. Lo he dicho públicamente, será uno de mis principales asesores. Ya se lo pedí.
P. ¿Y qué le dijo?
R. Bueno, que ahora mismo no puede ser contratado por el Estado, obviamente. Tiene un un proceso judicial, pero me dijo que puede asesorarme virtualmente. Mi país está en una situación en la que nunca estuvo. Improvisar no es una opción. Tengo que buscar a las personas que sepan cómo trabajar y que ya hayan dado resultados. Uno de ellos es Rafael Correa.
P. ¿Qué va a hacer con la condena que recibió el expresidente?
R. No tengo absolutamente nada que hacer allí. Yo seré la presidenta y todo lo que tiene que ver con la condena de Rafael Correa se está llevando en cortes internacionales. De eso se encargará el sistema de justicia. El presidente Correa ha sido muy claro en decir que él no quiere ni indultos ni amnistía. Él quiere que se resuelva su caso en estricto derecho y en justicia.
Yo soy Luisa González, no Lenín Moreno. Llevo 15 años ya junto a Rafael Correa. Hemos resistido una persecución, que nuestras familias y nuestros amigos sean perseguidos y encarcelados. Y hemos estado firmes. Jamás nos escondimos. Jamás me callé. La traición es algo que queda en el pasado.
P. ¿Le preocupa la gobernabilidad de Ecuador tras estos meses de crisis política?
R. La Asamblea Nacional va a ser nueva y creo que se puede lograr un consenso. Se puede lograr que los partidos políticos entiendan que las necesidades de seguridad, salud, empleo y educación no entienden de banderas políticas, sino de políticas de Estado que lleven al Ecuador hacia el desarrollo.
P. ¿Qué lecciones saca de otros países de Latinoamérica para frenar el avance de la inseguridad y el crimen organizado?
R. La seguridad del Estado se sostiene en dos pilares. El primero es fortalecer el trabajo coordinado entre los Ministerios, Fiscalías y cortes judiciales y la Policía, las Fuerzas Armadas y los cuerpos de inteligencia. Las relaciones internacionales sirven para atacar a la delincuencia que viene de otros países, para ver cómo funcionan y cómo combaten otros a estas mafias. Lo siguiente es la delincuencia al interior del país. Resolver eso paso por fortalecer a las instituciones de seguridad. Nos vamos a enfocar además en las causas: el hambre, la pobreza, la falta de empleo, la falta de medicinas en los hospitales, la falta de presupuesto en Educación.
P. ¿Consideraría entablar un diálogo con Lasso para la transición?
R. Por supuesto, tendremos que hablar. Aquí no se trata de qué piensa Luisa González o Guillermo Lasso, sino de un trabajo técnico para 18 millones de ecuatorianos. Hay que hacer una transición responsable.
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