El nuevo rey Carlos III se comprometió este viernes ante una treintena de líderes religiosos reunidos con él en el palacio de Buckingham a proteger la «diversidad» de credos en el Reino Unido.
El monarca, que como soberano británico ejerce de gobernador supremo de la Iglesia Anglicana, afirmó en un discurso que concibe el país como una «comunidad de comunidades» y que asume como parte de su responsabilidad «proteger el espacio para la fe».
«La diversidad no solo está consagrada en las leyes de este país, sino que está implícita en mi propia fe. Como miembro de la Iglesia de Inglaterra, mis creencias cristianas tienen al amor en su centro», afirmó.
«Tanto por mis más profundas convicciones como por mi posición como soberano, me considero obligado a respetar a aquellos que siguen otros caminos espirituales, así como a aquellos que buscan vivir sus vidas de acuerdo a ideales seculares», agregó el monarca.
Carlos III, que esta noche participa junto a sus tres hermanos en una vigilia en la capilla ardiente de Isabel II, agradeció a los líderes religiosos las condolencias que le trasladaron por la muerte de su madre, la pasada semana, con 96 años.
«Estoy agradecido de tener la oportunidad de reunirme con ustedes hoy, tan poco tiempo después de mi ascensión (al trono), en las que son inevitablemente unas circunstancias tristes para mí y mi familia», dijo el rey.
«Sus amables palabras de condolencia me han emocionado más de lo que realmente puedo expresar. Significan mucho para mí», recalcó.