El sumo pontífice llegó al parque Eduardo VII en papamóvil y durante más de 30 minutos recorrió el recinto para saludar a los cientos de miles de jóvenes llegados de todo el mundo y que mostraron su entusiasmo con gritos y cánticos
Pidió a los jóvenes que no se dejen engañar por los algoritmos y las ilusiones de lo virtual en la ceremonia de bienvenida de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Lisboa, el primer gran acto multitudinario de este evento católico y que contó con cerca de medio millón de jóvenes.
La ceremonia comenzó con algunos bailes de los jóvenes, no faltó el fado, y se leyeron extractos de cartas que los chicos y chicas han enviado al Papa contándole sus problemas y angustias.
Como es tradicional en esta ceremonia, después desfilaron las banderas de los 151 países presentes, el icono de la virgen que regaló a la JMJ Juan Pablo II y la cruz peregrina, que ha recorrido varios países hasta llegar a Lisboa y que será entregada a los representantes del próximo país donde se celebrarán estas jornadas.
Después el papa Francisco tomó la palabra para ahuyentar a los jóvenes de ese mundo virtual que «sabe quien eres, pero no te quiere».
«Dios te llama por tu nombre, significa que para él no eres un número, sino un rostro, una cara y un corazón. Quisiera que veas una cosa: muchos hoy saben tu nombre, pero no te llaman por tu nombre. De hecho, tu nombre es conocido, aparece en las redes sociales, se elabora por algoritmos que le asocian gustos y preferencias», advirtió el Papa.
Agregó que «todo esto no interpela tu unicidad, sino tu utilidad para los estudios de mercado. Cuántos lobos se esconden detrás de sonrisas de falsa bondad, diciendo que saben quién eres, pero que no te quieren y te dejan solo cuando ya no les interesas».
«Son las ilusiones de lo virtual y debemos estar atentos para no dejarnos engañar, porque muchas realidades que nos atraen y prometen felicidad después se muestran por aquello que son: cosas vanas, pompas de jabón, superfluas, sucedáneos que nos dejan vacíos por dentro», dijo el Papa, que agregó: «Jesús no; él confía en ti, para él tú importas».
El papa Francisco también les habló además de una Iglesia en la que hay espacio para todos y en la Iglesia ninguno sobra, ninguno está demás y les pidió que «cuando no haya este espacio, esforcémonos para que lo haya, también para el que se equivoca, para el que cae, para el que le cuesta».
«El Señor no señala con el dedo, sino que abre sus brazos; nos lo muestra Jesús en la cruz. Él no cierra la puerta, sino que invita a entrar; no aleja, sino que acoge», recordó a los jóvenes.
El Papa, que habló en español para sentirse más cómodo e improvisar, animó a los jóvenes a tener valor y seguir adelante e instó a los chicos y chicas a repetir varias veces «Dios nos ama» antes de despedirse.
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