En un mundo donde el cambio climático está alterando los hábitats naturales a un ritmo apresurado, los osos polares se han convertido en uno de los símbolos de la lucha por la supervivencia.
Los veranos se alargan, las temperaturas del planeta aumentan y cada vez hay menos hielo. Cuando los bloques helados del Ártico desaparecen, los osos pasan más tiempo en tierra, donde es difícil conseguir alimento, pues sus estrategias tradicionales de caza aprovechándose del hielo marino son menos efectivas.
Un estudio publicado enNature Communications presenta un retrato de los desafíos a los que se enfrentan para no morir de hambre los 25.000 osos polares que quedan en el planeta.
En el período del final de la primavera y el principio del verano, los osos polares utilizan el hielo marino como plataforma para cazar. Se alimentan principalmente de focas que están pariendo y destetando a sus crías en la misma temporada. Cuando el hielo se derrite, los gigantes árticos tienen que disminuir su actividad lo más posible para conservar energía.
Un equipo de científicos, liderado por el biólogo de vida silvestre Anthony Pagano, del Servicio Geológico de Estados Unidos, observó de cerca a osos polares durante tres semanas del verano. Para lograrlo, colocaron collares equipados con cámaras y GPS en una veintena de osos en la bahía de Hudson occidental, en Manitoba (Canadá). En esta zona la población ha disminuido alrededor de 30% desde 1987 y el período sin hielo ha aumentado tres semanas desde 1979, manteniendo a los osos en tierra durante aproximadamente 130 días en la última década.
Vía El Nacional