El titular del Ministerio de Educación de El Salvador, José Mauricio Pineda, ha asegurado en un mensaje en su red social X que «todo uso de la ideología de género» ha sido eliminado de las escuelas públicas del país. Una decisión que se produce después de que el presidente Nayib Bukele, se pronunciara al respecto durante una cumbre de partidos conservadores en Estados Unidos que tuvo lugar la semana pasada.
Pineda se hacía eco de esta manera de las declaraciones que Bukele esgrimió en la citada conferencia, donde aseguró que en El Salvador no se permiten «esas ideologías en las escuelas ni en los colegios». Además, respondiendo a una pregunta de la coordinadora de la organización Moms for Liberty, Catalina Stubbe, aseguró que para él «también es importante que los padres estén informados y tengan voz y voto en lo que van aprender sus hijos».
«Creo que es importante que se retome a Dios en las escuelas, que se retome la moral, el civismo, que se aprendan las cosas tradicionales –como matemática e historia– (…) nadie está en contra de modernizarse, de lo que estamos en contra es de que se metan ideologías antinaturales, antidios, antifamilia, eso no cabe en nuestras escuelas», afirmó a Stubbe.
No es la primera vez que Bukele deja clara sus intenciones, ya lo hizo en marzo de 2020, cuando reveló en una inusual entrevista con el rapero puertorriqueño Residente que está en contra del matrimonio homosexual y el aborto.
«No estoy a favor del aborto y creo que al final, en el futuro, algún día nos vamos a dar cuenta de que es un gran genocidio el que se está cometiendo con los abortos», expresó. Y al ser preguntado sobre si apoyaba el matrimonio entre personas del mismo sexo respondió: «No, como concepto no».
Bukele, por otra parte, ha confesado que no propondrá cambios constitucionales «en un futuro se podrán aprobar, nuevas leyes, el aborto y el matrimonio igualitario». Entre sus funciones no está la de presentar reformas a la Constitución, ya que es un tema que le corresponde al Congreso.
El presidente sabe que cuenta con un enorme apoyo de la población, lo que a su vez ve como una carta blanca para tomar decisiones como la de la perspectiva de género. Feministas han criticado esta medida, defendiendo que estas decisiones violentan los derechos de las mujeres en este país.
Vía EFE