Jair Bolsonaro, ex presidente de Brasil, quedó en la noche de este martes al borde de ser inhabilitado políticamente. Se espera que el Tribunal Superior Electoral (TSE) vote este miércoles por clara mayoría la prohibición a Bolsonaro para realizar actividades políticas hasta 2030.
Bolsonaro está acusado de haber cometido abuso del poder político y de uso indebido de los medios de comunicación durante una reunión con embajadores celebrada en julio de 2022 en Brasilia en la que habló reiteradas veces del peligro de fraude en el sistema de voto electrónico.
«Esa reunión no es una foto en la pared, sino un hecho situado en un contexto», dijo Benedito Gonçalves, el relator miembro del TSE que acusa a Bolsonaro de haber faltado a los deberes de funcionario público y que votó ya este martes a favor de que se lo declare «inelegible».
Bolsonaro «violó ostensiblemente» los deberes de presidente de la República previstos en la Constitución, en particular el de «garantizar el libre ejercicio de los poderes y derechos políticos establecidos y la seguridad interna».
Según Gonçalves, el ex presidente «asumió un injustificado antagonismo directo con el TSE, buscando victimizar y desacreditar la competencia del órgano técnico para llevar la actuación del TSE a un absoluto descrédito internacional».
El resto de los integrantes del TSE dará a conocer su voto este miércoles.
En una entrevista con «Folha de São Paulo», Bolsonaro, exponente de la derecha dura brasileña, admitió que todo indica que será inhabilitado, pero añadió que se siente invulnerable «hasta que se demuestre lo contrario» y que continuará en el ruedo político.
«Tengo la bala de plata, pero no te la voy a decir, para que no te enfades, en el buen sentido. Tengo la bala de plata, pero no te la voy a revelar», dijo Bolsonaro a la periodista Mónica Bergamo.
«Lo que planteamos durante cuatro años no fue bla bla bla. Fui entre las masas, con el aliento en la cara, arriesgándome a que me dispararan, a que me apuñalaran. Conseguimos que la gente creyera en su país», añadió, trayendo al recuerdo el ataque que sufrió en 2018, durante la campaña que lo llevó al Palacio del Planalto.
«Si quiere, puede presentarse como candidata. Pero lo que le digo a Michelle es que no tiene experiencia. Ser alcalde de una ciudad pequeña no es fácil. Tratar con 594 parlamentarios tampoco es fácil. Creo que no tiene experiencia para eso. Pero es un excelente cartel electoral».
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