Para que una mujer pueda sobreponerse al cáncer de mama tiene que ser una mujer querida, es muy duro, algo en ti se rompe, se resiente tu feminidad cuando te extirpan un seno y queda una gran cicatriz, cuando te inducen a una menopausia prematura y tu sexualidad cambia», Roxana Fersaca, sobreviviente del cáncer de mama desde hace trece años, dice estar agradecida con Dios, con su familia, con su esposo y en este duro proceso ella y su pareja adoptaron un niño que es lo más importante en su vida. Hoy solo da un consejo «la actitud con la que asumamos el diagnóstico inicial, el enfrentarlo, y el entorno, son fundamentales.
A este programa especial de El Periódico con los Vecinos», que transmite la 104.5FM Tu Preferida, acudieron dos sobrevivientes representantes de las 100 mujeres de lo que hoy conforman como las Damas de Rosa, 100 mujeres, algunas sobrevivientes, otras en pleno tratamiento. Historias con distintos abordajes, de acuerdo a la personalidad, pero todas con una gran dosis de sabiduría e intenciones de ayuda a quienes están pasando por procesos similares. Yelitza López y Meritliza Tovar, cada una, con el testimonio telefónico de la periodista caripiteña y sobreviviente del cáncer Auristela Ricoveri, despejaron dudas sobre lo que representa para una mujer toparse con un diagnóstico de cáncer de mama.
Roxana Fersaca estuvo en todo su proceso acompañada de su esposo y su familia, «el cáncer me trajo el milagro de mi hijo, con una menopausia prematura, con cambios significativos en mi condición sexual, con una extirpación, aunque no total pero si significativa de mi seno que llegó a afectar la simetría de mis movimientos, algunas veces me parecía que me iba de lado después de la operación, junto con mi esposo tomé la decisión de adoptar un niño, de allí en adelante me acompaña Dios y la Virgen del Valle, la cual tatué en mi brazo. Muchas veces las mujeres no nos ocupamos de nosotras mismas, de lo que nos pasa, y aun cuando sin duda alguna, somos el motor de la familia y la sociedad, debemos cuidar nuestro cuerpo, estar atenta a cualquier cambio que se produzca en nosotras. ahora yo veo la vida de una manera diferente, el cáncer aumentó mi autoestima, nunca me puse pelucas, solamente me pintaba las cejas».
-Yo quiero aprovechar este programa, este espacio para enviarle un mensaje al Gobernador y a la alcaldesa, una mujer joven, para que activen en el estado Monagas un área para las pacientes oncológicas con cáncer de mama, se requiere un mamógrafo de calidad, porque de eso depende el diagnóstico, un papel con un resultado no sirve de orientación a un médico, requiere de una fotografía, muchas vidas de mujeres se pudieran salvar si existiera un equipo adecuado en la ciudad. Muy buenas las caminatas y los actos, pero en la práctica, si no están los equipos o los tratamientos, no estamos haciendo nada.
Yelitza López tiene siete años que dominó el cáncer, cuando apareció en su vida tenía apenas 40 años, hoy luce un cabello ensortijado larguísimo, pero durante la época más dura de la enfermedad, el cáncer le tumbó completamente el cabello, nunca se puso una peluca, confiesa que una vez intentó ponerse una y se vio como una extraña «esa no era yo, no era lo que yo debía ser frente al cáncer, por eso desestimé totalmente de taparme, usaba turbantes, lo que fuera, yo llevé una vida normal y creo que la actitud fue lo que me salvó, yo me iba manejando hasta Puerto Ordaz con mi mamá para recibir las quimio, me quedaba un día a dormir allá y después emprendía el [camino] de regreso, manejando. El cáncer no es un tema tabú, muchas veces es el propio entorno el que conspira con tu curación, la gente te ve con lástima, o te hace preguntas indiscretas», además dice que desde que forma parte de las Damas de Rosa se siente inspirada porque puede ayudar a otras mujeres a vencer el cáncer.
A Meritliza Tovar, odontólogo, le diagnosticaron cáncer a los 30 años, tiene 3 años que pudo vencer la enfermedad, expresa que lo mejor es «levantarse nunca debes hundirte, y mucho menos dejar la actividad, porque eso aumenta el miedo que la enfermedad produce. Hay que levantarse siempre, con las quimio puedes sufrir vómitos o náuseas, por supuesto que es desagradable, el proceso es una prueba muy dura, pero es curable. Mi madre murió de cáncer de mama y por supuesto que el factor hereditario es considerable pero no decisivo, a quienes tienen familiares que han sufrido del cáncer de mama, no se dejen influenciar, porque las condiciones son diferentes en cada persona, el cáncer tiene un comportamiento distinto y muy personal.
Auristela Ricoveri, periodista, de 75 años de edad, tuvo que irse a Caracas al Hospital Oncológico Luis Razetti, a recibir su tratamiento, la Fundación Nuestra Tierra tomó el control del pago de una pensión donde vivía durante los días que afrontó su tratamiento, su madre había muerto, su hermano también, tuvo desde la soledad que superar la enfermedad y aún le faltan unas evaluaciones, da el consejo de mantener un actitud positiva, siempre pensando en la posibilidad de la curación.
Cobertura de actualidad y avances innovadores, con un enfoque en sucesos locales, política y más.