A un año de su partida, inevitablemente la memoria te lleva hacia el recuerdo de situaciones y momentos, no es fácil hablar del señor Nicolás, siempre lo llame así, como resulta peculiar y hasta extraño que un periodista hable en primera persona, pero en este momento me veo obligada a hacerlo, para intentar describir, con el permiso de todos los que lo amaron, su esposa, sus hermanos, sus hijos, sus sobrinos y sus amigos, a una persona que reunía en su personalidad el carácter y el impulso de un hombre exitoso, pragmático, con una intuición innata para los negocios, con un sexto sentido para emprender, pero al mismo tiempo con una ternura inigualable cuando se trataba de su familia, de su compañera de vida, Zalma, de sus hijos, José Nicolás, Joselyn y Jessica; de sus padres, Don José y Doña Susú, de sus hermanos Ragdan, Mary Carmen, Omar y Marchal, de todos y cada uno de sus sobrinos.
Siempre escuchaba decir al señor Nicolás en las conversaciones que tuvimos durante 16 años, de su nacimiento en la avenida Juncal de Maturín, donde está hoy en día El Periódico de Monagas, era algo que lo llenaba de orgullo, esos años en aquella Maturín tranquila en donde transcurrió su niñez, por eso es que el señor Nicolás era un oriental que demostraba serlo en su buen humor, y en ese ‘compae’ tan propio de estas tierras, eso me causaba interés y un poco de desconcierto al principio, pero después me fui acostumbrando en la certeza, que tales palabras formaban parte de esa niñez. También supe de su estadía casi concluyendo la adolescencia por Francia, en París, donde el hombre de negocios comenzaba a despertarse en él. El señor Nicolás emprendió de la mano de su padre el oficio de la sastrería, pero por sobre todas las cosas, el del comercio. Se fue a Caracas, me describió una vez como se movía con pericia por la zona de las esquinas de Caracas, la avenida Fuerzas Armadas, y la Plaza El Venezolano, donde estaban las grandes tiendas de telas. Ya se estaba formando aquella viveza que lo caracterizaba para los negocios, era un hombre futurista, progresista, siempre pensaba en grande, no se detenía en cuanto proyectos se refería, no existían obstáculos para él.
Pero su más gran obra lo constituyó su matrimonio con Zalma, a partir de allí se formó esa unión indisoluble de dos personas que se entendían y se compenetraban perfectamente. Montan su primera farmacia, van naciendo los hijos: José Nicolas, Joselyn y Jessica, y junto a ese matrimonio, el eje fundamental de su vida, fueron creciendo los proyectos, todos con ese optimismo que lo caracterizaba. Fue así como hace 16 años junto con su hermano Ragdan montó la Corporación El Periódico de Monagas, un medio de comunicación social que asumió con alegría, un nuevo proyecto vendría luego, la radio Tu Preferida 104.5FM. El señor Nicolás era un comunicador en potencia, así que el proyecto se ajustaba a él perfectamente, dedicaba muchas horas al mismo, visitaba la rotativa en horas de la madrugada para verificar por su cuenta la distribución de El Periódico, escuchaba la emisora constantemente, a este último proyecto le dedicó toda su alma, y por eso en este día, su familia, sus amigos y los que como yo lo acompañamos, tenemos que recordarlo por siempre. Siempre estará con su andar rápido, caminando por estas oficinas, echando broma y contagiándonos a todos con su energía y su sabiduría ¡Es difícil no recordarlo!
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