A las 5:oo de la tarde, Mery García, junto con otras vecinas se reúne con una taza de café en la mano y la cabeza llena de recuerdos, ella dice saber sortear a los malandros, drogadictos y prostitutas que se reúnen en la avenida. Sus evocaciones se remontan a los días jueves cuando había retreta en Las Palmeras.
El municipio Maturín reúne el 60 por ciento de toda la población del estado Monagas y es más grande catastralmente, en cuanto a recursos que cinco estados de la nación, de allí su importancia y también la problemática de los servicios públicos que se presenta con su crecimiento.
Las Palmeras fue la primera avenida de Maturín, inaugurada en 1910 y conocida como La Gran Avenida (luego pasó a llamarse Av. Emilio Fernández y luego Av. Monagas), dicha zona fue el centro económico y social de la ciudad durante años hasta que la modernización llegó a la ciudad y el centro fue ampliado a sus límites actuales. En dicha avenida se pueden encontrar la Residencia del Gobernador, el Hotel Mallorca, el antiguo Cine Rialto, La Fundación del Niño, donde funcionó alguna vez el primer hospital de Maturín, entre 1910 y 1942.
García, quien tiene 35 años viviendo en Las Palmeras, a pocos metros de la residencia del Gobernador, ha tenido la oportunidad de conocer a sus inquilinos, recuerda al exmandatario regional Luis Eduardo Martínez; a Miguel Gómez, quien lo reemplazo y de quien dice, a pesar de haber tenido cargos diplomáticos, caminaba a pie por la avenida, dice que “El Gato» Briceño no vivía allí como el actual, Ernesto Luna; pero despachaba de la residencia y siempre estaba allí; Guillermo Call, fue otro de los que habitó la casona y solía conversar con los vecinos.
Señala García que Las Palmeras es de «viejos», casi todos los jóvenes se han ido hasta quedar en las solariegas casonas «sólo viejos, ni un muchacho en la calle» y lo que más preocupa a esta vecina es la oscuridad, por lo que hace un llamado a la Alcaldesa, a quien dice haber visto algunas veces, pero si haber leído que si viene un proyecto para el sector le gustaría que pusieran a Las Palmeras como la calle Pichincha, aledaña a la Plaza Piar, de la cual quedó sorprendida de lo bella que está, también se queja de la recolección de aseo urbano, afirma que nunca pasa.
Las Palmeras, primer asentamiento urbano organizado de Maturín
Para el historiador, Miguel Mendoza, Las Palmeras constituye un espacio urbano esencial, en el perfil histórico de Maturín, “es uno de los primeros espacios de asentamiento urbano organizado, por lo que no es posible pensar en el desarrollo arquitectónico de Maturín sin organizarlo, se ha convertido en una referencia desde principios del siglo XX”.
Explica que en este desarrollo hay varias estructuras urbanísticas, como la plaza José Tadeo Monagas y la general Emilio Fernández, se habla de la avenida los tres nombres construida en 1911, así que Las Palmeras, es el primer asentamiento urbanístico de Maturín, una arquitectura republicana por lo tanto no tiene casco colonial, se define como una ciudad erigida en las cercanías del Guarapiche lo que constituyó una relación inseparable y de profunda identidad entre la ciudad y el río.
Proyecto para un mirador
En la última calle se encuentra una de las casas más vieja de Las Palmeras y de Maturín. Es de barro forrada en cal, y fue construida hace más de cien años por Luis Manuel Padrón, ahora la habitan desde hace 15 años Agustín Cermeño, marmolero, oriundo del estado Anzoátegui y su esposa, la nieta descendiente del señor Padrón, dicen que no la han heredado pues su abuela tuvo 22 hijos, criado 11 y todavía quedan vivos seis.
La casa está bien conservada y como todas las de zona tiene una hermosa vista y es allí donde está la maqueta de la cual hablaron todos los vecinos: La maqueta del sueño más ansiado, el de la construcción de un mirador que sirva a todo estos vecinos y a todo el pueblo de Maturín. El lugar donde iría este mirador es cuidado con esmero por el señor Cermeño, pero asegura que le faltan muchas flores que lo embellecería más de como aparece en la maqueta.
Quienes viven en Las Palmeras, saben la complejidad de emprender un programa arquitectónico de embellecimiento que recupere estas fachadas, que no se rompa para nada y que preserven su belleza como en otros lugares del país: la avenida Victoria de Caracas, el centro histórico de La Guaira o de Coro; ese es el sueño de estos vecinos. Para llevarlo a ejecución tendrían que desalojar a una cantidad de talleres mecánicos que poblaron la zona, a los invasores del que fue el primer cine de Maturín, el Rialto; convertido como el Hotel Mallorca en centro de prostitución, por ello el llamado al inicio del proyecto abarca no solo a la Alcaldesa, sino también a los Concejales para emprender la zonificación del lugar.
Redacción: Ernestina Herrera
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