Luego que la gobernadora Yelitze Santaella, anunciara en su programa radial “Conversando con Yelitze” del jueves que se crearía una sala Covid19 en el Hospital de El Furrial, cinco contagiados fueron remitidos a una casa del Gobierno ubicada a 150 metros del centro de salud.
Ante la reubicación, los pacientes afirmaron que la distancia hacia el centro hospitalario impidió por temas de seguridad que el personal médico se desplazara hacia la residencia para medicar a los que luchan contra la enfermedad.
Rafael Castillo, uno de los pacientes infectados, expuso en un contacto telefónico con El Periódico de Monagas que las condiciones de la vivienda no son aptas para ellos habitarlas mientras esperan por el condicionamiento del área Covid19 del “Doña Felicia de Rondón”, de Maturín.
“No tenemos aires, el agua no es apta para consumirla, los sanitarios están en mal estado. Yo tuve que dormir anoche en un sillón que trajo mi familia porque solo hay dos camas para cinco pacientes, esto es injusto”, expresó.
“La subdirectora nos dijo que estaríamos acá dos o tres días mientras condicionaban la sala para nosotros, pero eso es mucho tiempo porque requerimos de la atención médica cada dos o tres horas, sobre todo en la noche, y en esas horas las enfermeras no estarán yendo del hospital hacia acá y viceversa”, agregó al indicar que hace falta seguridad en la zona.
“Mi reclamo es por el lugar, no por la atención médica”
Rafael Castillo, oriundo de Valencia, capital del estado Carabobo, fue diagnosticado con Covid-19 el pasado lunes tras presentar síntomas asociados al virus desde hace 18 días.
Castillo, quien reside en Pueblo Libre tuvo que acudir por orden médica personal al hospital de El Furrial, pero su estadía duró hasta el jueves, pues fue reubicado.
“Mi reclamo no es por la atención médica, porque hemos sido bien atendidos en el hospital. Mi queja es por el lugar a donde fuimos reubicados, el ambiente es contrario al que requerimos”, expresó.
La situación hizo que Castillo pidiera un alta del centro de salud para buscar por sus propios medios la atención médica en un lugar más cómodo.
De igual forma, instó a las autoridades sanitarias del lugar a responder aunque sea con la reubicación a otro espacio que sea adaptable para los infectados mientras esperan por la nueva sala.
“En un riesgo que corre esas personas en esa vivienda por la falta de aires, agua, y la deplorable condición de los baños”, acotó.
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