Más de quince años tiene Milagros Martínez cultivando, cuidando y vendiendo la planta de cacao.
Ella más que nadie en la ciudad de Maturín sabe el arte de lo que es ver germinar y crecer lo que en su momento fue la principal materia prima de exportación venezolana al mundo entero.
Con tan solo 22 años de edad llegó proveniente de Zaraza en el estado Guárico a la llamada “Sultana del Guarapiche”, enamorada de quien es hoy día su compañero de vida.
La humilde mujer que habita al final del sector Nueva República, asegura con los ojos medios vidriosos, que con el creer de las plántulas, también crece ella en conocimientos y como en persona, “con el pasar de los días aprendo mucho más sobre el proceso de cultivo y además me entrego para resguardarlas y protegerlas como una madre a sus hijos”.
Con este oficio, desde su arribo a la capital del estado Monagas, ha sacado adelante a sus cinco hijos; José Zapata, su pareja, ha sido un bastón fundamental en el que Milagros se ha apoyado para salir adelante en momentos difíciles.
Adicional al cultivo de la planta, Milagros, también aprendió el proceso de secado del cacao, el cual le ha permitido vender hasta más de 200 kilos de este fruto de los dioses en tan solo una zafra.
El trabajo realizado de manera artesanal quizás es donde está el secreto que no necesita un perfume costoso, su mejor fragancia es olor a cacao.
Milagros es bien conocida en el sector, sus vecinos la describen como una mujer sencilla, entregada y luchadora por el sector, razón por la cual, fue electa para ser la líder de calle.
Adicional al trabajo con el cultivo de la planta de cacao, Milagros, tiene que velar por el bienestar de la comunidad, en particular por la calle principal del sector Nueva República, donde habita en las cercanías del Campus Los Guaritos de la Universidad de Oriente.
La fémina no se ha quedado únicamente con los conocimientos, a sus hijos les ha inculcado el amor por esta labor.
Según lo explicado por la mujer con olor a cacao, ella sólo se encarga del proceso de cultivo de la planta y posteriormente la comercializa a personas de Caripito que se encargan del trabajo de siembra, producción y cosecha del cacao que luego trasforman tanto en chocolate como en otros derivados.
Cobertura de actualidad y avances innovadores, con un enfoque en sucesos locales, política y más.