El 1 de noviembre se celebra el día de todos los santos, conocidos y no conocidos. El 2 de noviembre, es la conmemoración de los fieles difuntos
En este día, las familias venezolanas acostumbran a visitar a sus familiares en el cementerio, para honrar sobre su tumba aquellos momentos que les mantienen en conexión con ellos. Suelen decorarlas con flores como rosas, lirios y bastón del rey.
Además de las flores, se colocan velas encendidas en las tumbas. Estos cirios representan la iluminación del camino de los difuntos hacia la vida eterna y también, sirven como símbolo de protección espiritual.
Cabe destacar que la comunidad religiosa católica en el estado Monagas, también aprovecha la oportunidad para llevar sus veladoras a los altares de las iglesias que se encuentran en la entidad, para “agradecer a los santos su intercesión ante Dios”.
Durante la visita al cementerio, es común que las familias enciendan las velas y recen en silencio, reflexionando sobre la vida y la memoria de sus seres queridos ya fallecidos.
Otros parientes cuentan con altares en sus hogares, espacios con imágenes del difunto y objetos relacionados con los que partieron de este plano terrenal.
Con valores de 90 y 110 bolívares, los velones utilizados para rendir homenaje, están disponibles en unos comercios ubicados en diversas zonas de la ciudad capital.
Las velas de paquete, utilizadas para representar la presencia del espíritu del difunto, tienen un precio de 66 bolívares.
Un vendedor consultado reportó que “tenemos mucha normalidad en las ventas y espera tener una mayor actividad en los días de las conmemoraciones mencionadas”.
Estas tradiciones se viven con gran devoción y son una muestra de la fe y arraigo cultural de la comunidad maturinés hacia sus antepasados.
Redacción: Génesis Rodríguez/ Pasante
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