Desde el distribuidor de la autopista La Vinotinto, hasta la entrada del sector La Cruz, pasando por las diferentes urbanizaciones que componen la llamada Zona Industrial de Maturín, no se percibe ni un bombillo de alumbrado público.
El tramo referido se encuentra sumergido en las tinieblas al caer las horas del día, lo que atemoriza a los residentes del área debido a que en reiteradas oportunidades han sido víctimas de la delincuencia organizada.
Los vecinos de los conjuntos residenciales han hecho público en reiteradas oportunidades la denuncia sobre la falta de alumbrado en varios puntos de la zona, sin embargo, hasta ahora ningún ente se ha abocado a prestar el apoyo.
La falta de patrullaje y poca señalización en la zona, también son una constante que se suman a la problemática ya existente, sin embargo aseguran que la arteria vial se ve iluminada solo cuando se producen juegos en el estadio monumental debido a que los reflectores permiten que la luminosidad llegue hasta la carretera pero al ser apagadas vuelve a convertirse en una “boca de lobos”.
Ante esta realidad nuevamente hacen el llamado público no solo a los responsables de los entes con competencia, sino también a las autoridades municipales y regionales a que se aboquen colocar al menos reflectores en áreas estratégicas que permitan iluminar la zona.
“Ya que están colocando lámparas en varias partes de Maturín, que se acuerden de la zona industrial, es la entrada de la ciudad y es ilógico que se encuentre en esta realidad, al caer la noche debemos encerrarnos porque andar por allí es un peligro”, aseguró María Brito.
José Rafael Domínguez, es un señor de setenta y tres años quien todos los días sale a caminar como rutina de ejercicios, el abuelo manifestó que su práctica la ejecuta por lo general en horas de la mañana, “en la tarde se me pudiera hacer más cómodo, pero si me agarra la noche es imposible andar por allí con esa oscuridad”.
Cobertura de actualidad y avances innovadores, con un enfoque en sucesos locales, política y más.