En el sector Palo Negro de Maturín existe una tradición muy arraigada entre quienes residen en la zona, se trata de la Cruz de Los Marineros.
Propios y foráneos, rinden homenaje al madero, que se sitúa en una especie de pequeña colina con miras a las sabanas del río Guarapiche y que en otrora servía como punto de referencia a las embarcaciones que navegaban las caudalosas aguas del mencionado afluente.
Según los moradores, la tradición data desde hace más de un siglo y el signo de salvación que se venera en la localidad es la original que dejaron los marineros.
El Presbítero Miguel Febres, párroco de la iglesia San Simón, manifestó que los navegantes se dedicaban al comercio de café, cacao, maíz, frijoles entre otros productos típicos de la zona.
El consagrado destacó que por la zona se conectaba con el río San Juan y de allí al mar abierto, «hay gente mayor que recuerda la historia de las embarcaciones y la tradición por venerar al madero quedó arraigado entre los habitantes del lugar».
Los vecinos son muy celosos al momento del cuido de la Cruz, desde hace años le fue construida una capilla en la cual reposa y donde cientos de personas acuden a rezar para agradecer o solicitar algún milagro. El símbolo está decorado con una corona de espinas, tres clavos, una lancha, una escalera y otros elementos que la hacen única.
La jornada inició a las siete de la mañana con la celebración de la tradicional misa. En horas de la tarde se llevará a cabo la procesión por las calles de la comunidad como símbolo de exaltación y agradecimiento.
Una vez culminada la jornada religiosa se tiene previsto se lleve a cabo el compartir cultural donde al son de galerones y danzas tipicas se rinda honor a la Santísima Cruz de Mayo
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