Para nadie es un secreto, lo que representa para el venezolano, Simón Bolívar. La figura de El Libertador, en reiteradas oportunidades ha servido como escudo, amuleto, idolatría e incluso ha sido colocado en altares en los cuales ofrecen velas, frutas, tabacos y bebidas alcohólicas.
La tarde de este martes, una extraña ofrenda fue dejada a los pies de la estatua del Padre de la Patria, en la plaza que le hace honor al prócer de la independencia, situada en las adyacencias del palacio de gobierno del estado Monagas.
Nadie vio, nadie sabe cómo llegaron allí los objetos; los que pasaban y miraban con asombro lo dejado, se persignaban como señal de asombro o solo porque en las cercanías del lugar también está la iglesia San Simón.
Un par de zapatos femeninos color marrón, un saco y un árbol sembrado en un vaso desechable fueron colocados en el pedestal que sostiene la emblemática imagen de Bolívar.
Aunque nadie sabe cómo llegaron esos objetos al sitio o quien los colocó, lo que si se saben son los comentarios que se han generado a raíz de ello, algunos aseguran que fue algún indigente que merodea la plaza y centro de la ciudad de Maturín.
Otros destacan que es símbolo de magia negra y que “usan la figura de El Libertador para cometer sus actos diabólicos”.
Tras una encuesta realizada rápidamente sobre ambas opciones con personas que frecuentan el espacio para pensar, leer o “pelar la pava”, la mayoría coincidió en que se trata de la primera opción: los indigentes.
Aseguraron que en Maturín el número de personas en condiciones de calle ha aumentado considerablemente que no descartan que “una persona en estas condiciones le haya regalado esos zapatos a Simón Bolívar”.
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