Un día como hoy, 28 de junio pero hace 7 años, la Diócesis de Maturín lloró de tristeza y júbilo la partida al encuentro con Dios de Monseñor Antonio José Ramírez Salaverria.
El primer Obispo y desarrollador de la Sultana del Guarapiche falleció a los 96 años y dejó no sólo obras físicas estructurales como la Catedral de Maturín, Centros de Educación para el trabajo (APEP) y la Escuela Granja Virgen del Valle, sino una gran enseñanza que motiva hacer el bien y pensar en el prójimo como morada de Jesucristo.
“No cansen de ser buenos”, es el mensaje que muchos creyentes católicos albergan en su corazón y lo ponen en práctica en medio de la pandemia por el covid-19.
Al recordar la partida física de Ramírez Salaverría, la iglesia que camina en Monagas recuerda esta fecha elevando una súplica al Creador por quien hizo tanto bien para Maturín, la tierra que que lo adoptó al llegar del estado Sucre, de donde era nativo.
Dios concedería un inmenso regalo a su pueblo en Maturín de elevarse a los altares el nombre de Antonio José Ramírez Salavarría, hombre de decisiones, fe y sembrador de la palabra de Dios en estas tierras orientales.
Es por tanto que se prepara desde hace unas cuantas semanas una comisión diocesana para que la Santa Sede reconozca las virtudes de Monseñor, con una documentación que adelantan en el Clero encabezada por el Vicario General Miguel Febres.
El padre Samael Gamboa, párroco de la Catedral de Maturín Nuestra Señora del Carmen, afirmó que se adelantan todos los pasos para solicitar ante la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) y posteriormente ante el Vaticano la solicitud de beatificación de Monseñor Ramírez Salavarría, “un ser humano intachable que dedicó su vida a servir a los demás y muy especialmente al pueblo de Monagas”.
“No sólo con la consolidación de la Catedral Nuestra Señora del Carmen, como infraestructura emblema de nuestra religión católica, sino también por el fortalecimiento de la Iglesia como institución, la creación de un sinfín de aspectos para su desarrollo y la cercanía que logró con múltiples feligreses que hoy, incluso, son sacerdotes, como es el caso de padre Marcelino D´Arthenay, el primer sacerdote que monseñor llevo de su mano”, detalló Gamboa.
El sacerdote agregó que “existe una cantidad de manifestaciones que pueden ser consideradas al momento de analizar la posibilidad de que Monseñor Ramírez pueda ser beatificado y canonizado en el mejor de los casos”.
Recordó Gamboa que “sabemos que es un proceso largo, pero que también puede ser ágil y corto, todo dependerá de la voluntad de Dios y de sus fieles designios” concluyó el párroco de la Catedral, Nuestra Señora Del Carmen, destacando que el proceso, una vez sea aprobado por la CEV pasa por la asignación de postuladores y vicepostuladores, que serían la representación ante la Santa Sede.
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