
A pesar de que se oficializó una tarifa preferencial de 10 bolívares para estudiantes dentro de las rutas urbanas de Maturín, los estudiantes que viven fuera del municipio deben pagar muchas veces el pasaje completo, lo que representa un gasto diario significativo.
En algunos casos, solo el transporte puede costar entre 30 y 60 bolívares por trayecto, dependiendo de la distancia, sumando un mínimo de 300 bolívares a la semana solo para movilizarse.
“He perdido evaluaciones porque no cuento con pasaje para venir a la universidad, muchos tenemos que decidir entre comer o ir a clases a eso agregando que muchas veces no aceptan que paguemos pasaje estudiantil y hay que pagar el monto completo”, expresó Lesmary Castillo, estudiante universitaria que vive en Quiriquire y cursa estudios en la Universidad Simón Rodríguez en Maturín.
Padres y representantes también han manifestado preocupación, debido a que en hogares con más de un estudiante el gasto mensual en transporte puede superar los 600 bolívares, una cifra considerable en medio de la difícil situación económica que enfrenta el país.
Aunque el pasaje estudiantil fue diseñado para facilitar el acceso a la educación, en la práctica muchos estudiantes de zonas rurales y municipios alejados se ven obligados a faltar a clases por no tener cómo pagar el pasaje.
Así como Castillo muchos estudiantes piden a las autoridades competentes que se habiliten nuevamente las unidades de transporte universitario o se otorguen bonos mensuales de transporte para cubrir los traslados. Mientras tanto, la brecha entre los estudiantes urbanos y los del interior del estado sigue creciendo.
Pasante/ Gleliannys Campos
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