Al «tuerto Miguel» le echaron candela la tarde de este Domingo de Resurrección en la calle el tubo de Las Cocuizas en la ciudad de Maturín.
Con este muñeco, quemaron de forma simbólica las cosas malas y negativas que durante un año perjudicaron de una y otra forma la sana convivencia de los habitantes de la populosa parroquia maturines, representando así la quema de Judas, el apóstol que traicionó y vendió por 30 monedas de plata a Jesús de Nazaret.
Este 2024 la tradición del Judas de la calle El Tubo cumplió 50 años, desde aquel Domingo de Pascua del año 1974 cuando por primera vez la comunidad quemó a al personaje; por lo que la emoción, fraternidad y unidad vecinal se puso de manifiesto para celebrar a lo grande una iniciativa que esta arraigada en los corazones y mente de quienes habitan la mencionada calle.
El personaje que se quema se elabora a base de trapo y ropa que donan los habitantes, en su interior se le coloca explosivos, y antes o durante su incineración se lee el llamado testamento, que no es más, que un relato jocoso que arranca carcajadas de quienes están presentes.
Los juegos tradicionales no pasaron por debajo de la mesa, en esta oportunidad la atracción principal fue el palo encebao, donde en la cúspide le colocaron artículos de primera necesidad para que los participantes lograran apoderarse de ellos.
El premio mayor, según lo comentado por los vecinos, se trataba de dólares en efectivos, por lo que, quienes los alcanzaran se llevarían a su casa una buena mesada y no tendría los bolsillos vacíos.
El juego de pelotica de goma también dijo presente y se disputaron varias caimaneras que hicieron gritar a más de uno aupando a su equipo favorito.
Destacaron los habitantes que fue la misma comunidad organizada quien brindó una tarde de esparcimiento, recreación y llena de tradición a propios y visitantes que se llegaron a la zona para disfrutar de la quema del Judas.