Cinco de los más importantes chef del estado Monagas, como los son Gerardo Arnaudez, Yelitza Acosta, Carlos Piccinoni, Francisco Vívenes y «Tato» Rivas, parten del hecho que debe existir la voluntad política para impulsar el turismo gastronómico, y es que hablar de gastronomía, precisamente en el día que se celebra la labor de los chef, pasa necesariamente por entender que toda actividad gastronómica forma parte del turismo general.
Estos chefs resaltan que la gastronomía es un tópico de alto interés para muchas personas en el mundo, las cuales planifican sus rutas recreativas alrededor de las comidas y bebidas culturales.
-El turismo gastronómico o turismo culinario es un tipo de turismo, cuyas actividades principales se enfocan en la cultura culinaria de un determinado sitio turístico. Cuántas de las virtudes de este estado no pudieran estar vinculadas a la necesidad de desarrollar las potenciales gastronómica, que pudieran salir del estudio y la degustación de los platillos típicos de esta región, así como de su arte culinario. La gastronomía representa, junto al paisaje, el alojamiento y el clima, uno de los pilares fundamentales que constituye un producto turístico y no se trata solamente de los grandes restaurantes, son también los puestos de comidas al aire libre, vendedores callejeros y, en general, cualquier establecimiento de comida, pero eso sí visto bajo fórmulas estrictamente sanitarias y con servicio y estéticamente como lugares agradables.
Yelitza Acosta, la única mujer que formó parte de estos chefs que se reunieron en El Periódico de Monagas, es ingeniero ambiental, además es la directora de la escuela de cocina IPG, tiene 14 años en los fogones, egresada de la Escuela Ciboulette, dice que aun cuando en el estado Monagas y en el país se están formando muchos chef y ya tenemos una estrella Michelín, que se la ha ganado un chef venezolano, más no Venezuela, porque falta mucho para convertir nuestra gastronomía en una política de Estado que nos lleve a crear toda una marca a nivel mundial con nuestra comida y sabores.
Por su parte, Gerardo Arnaudez, con 14 años egresado como chef y formador de escuelas como Asochef y la misma IPG, y con 30 años en la industria hotelera, durante dos años centró toda la atención sobre Monagas, con su evento Gourmeteando, insiste en que el turismo de gastronomía ofrece una serie de beneficios interesantes, la posibilidad de descubrir nuevos sabores, cada país posee su propia cultura gastronómica, y como tal, es única en el mundo. Adentrarse a degustar nuevos platillos es una experiencia enriquecedora e inolvidable. Destaca cómo otros países latinoamericanos han hecho de su gastronomía un aspecto fundamental para darse a conocer en el mundo entero, tal es el caso de Colombia, con su café y Perú con su comida. Para Gerardo solo la gastronomía te da la oportunidad de integrarse más a la cultura, cuando los visitantes de un país diferente prueban y disfrutan la gastronomía de un sitio turístico, se crea una conexión con los habitantes del lugar, lo cual fomenta la integración cultural de los turistas, haciéndolos sentir más agradables y cómodos con el lugar.
Entretanto, Francisco Vívenes, con más de treinta años manteniendo su fogón de comida típica monaguense, donde se juntan todos esos olores y sabores que nacen de ese contacto familiar, que surgió de los platos de su abuela, considera que la gastronomía apoya la economía local y dentro del turismo, la gastronomía representa una fuente de ingresos importantes para la economía local. Por ello, una forma de agradecer las virtudes del lugar, es consumir productos de los restaurantes, establecimientos locales y puestos de comidas más pequeños. Plantea que el Estado debería hacer todo lo posible por que se amplíen los conocimientos sobre el arte culinario, cada cultura posee su propio arte al preparar alimentos. Al estudiar su forma de realizar sus platillos, contemplarlos cuando están terminados y finalmente degustarlos, ofrece una serie de experiencias y conocimientos sobre el arte culinario y la cocina en general, verdaderamente apreciables.
Carlos Piccinoni, un cocinero egresado en tecnología de los alimentos en la UDO, egresado de la escuela Ciboulette, a él se debe investigaciones tan importantes como la del kumache, un aderezo extraído de la yuca, se refiere al momento en que Monagas, aproximadamente en el año 2017, tenía restaurantes de todo tipo y como en la actualidad el entorno país ha traído como consecuencia la aparición de puestos de comida rápida, que desaparecen con mucha facilidad y que realmente dejan a un lado ese gusto por la cocina interpretada dentro del apego a la cultura y a la identidad de un pueblo, resaltar la cultura culinaria de una región en su entender, es tener claro las potencialidades del turismo, implica la compra de productos en los comercios locales, como alimentos preparados o ingredientes, y con ello el desarrollo económico que solo el conocimiento de este concepto puede desarrollar.
Por su parte, «Tato Rivas», quien se profesionalizó en Perú y en su experiencia como cocinero, manifiesta sobre el peligro de esta serie de pequeños restaurantes, que por cuestiones económicas aparecen y desaparecen, que no cumplen con medidas sanitarias, que no tienen claro su rol, ignoran que la cultura culinaria, representa una pieza elemental del turismo general. Una de las mayores fuentes de ingresos dentro del sector turístico, y es además una de las experiencias más valoradas por parte de los turistas y constituye un elemento fundamental para entender la cultura de la región, por ende finaliza diciendo que la importancia del turismo gastronómico es notable debido a su forma de ofrecer turismo. Otorgar todas las experiencias culinarias que un visitante desea experimentar mientras fortalece la economía de la región.
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