Los católicos que hacen vida en las diferentes parroquias de la Diócesis de Maturín, se preparan para vivir una de las tradiciones que está cargada de alegría, compartir y fraternidad: Las Misas de Aguinaldos.
El novenario que va en paralelo al tiempo de adviento y que prepara al feligrés para el nacimiento del hijo de Dios en la noche de navidad, han sido programados con intenciones propias, según cada una de las entidades eclesiásticas.
Al ritmo de la tambora, el cuatro, furruco y maracas; las celebraciones litúrgicas se efectuarán en la ciudad de Maturín a partir del domingo 15 de diciembre en diferentes templos que a continuación se detallan:
En el caso de las parroquias que se encuentran en los otros municipios del estado Monagas, la programación ha quedado de la siguiente manera:
Las misas de aguinaldos es una tradición venezolana, que en el imaginario cristiano representan los nueve meses de gestación de la Virgen María.
Esta celebración anual es parte de la cultura venezolana, y el origen de la misma se remonta a los tiempos de la colonia que con el pasar de los años ha tomado mucho vigor y apoyo popular por la forma que se realiza, con mucha alegría y regocijo.
Su música (aguinaldos y villancicos) es una tradición de veneración al nacimiento de Jesús; los preparativos, colores y alegría, le dan un carácter único y distinto a esta celebración.
Como un privilegio especial para los devotos venezolanos, el papa León XIII (1878-1903), aprobó las misas de aguinaldo, de manera exclusiva, para Venezuela. La gracia otorgada por el pontífice aprueba la introducción de los llamados “cantos de parranda” en estas misas, cantos especiales dedicados a la Navidad.
La Bula Papal concede, además, “indulgencia plenaria y remisión de todos los pecados a los fieles que, confesados y comulgados, asistiesen a esas misas”.
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