Fue bautizada con el nombre de Carmen Ramona Hurtado, pero en el mundo de la educación y muy especial del municipio Caripe, ubicado al norte de Monagas, es mejor conocida como la profesora Ramonita, ella al igual que muchos maestros y profesores de la época, educaron a sus estudiantes como amor, dedicación pasión y entrega.
Hablar de la profesora Ramonita, es conocer a una persona que es sus años de servicio a la educación venezolana, impartió sus clases en cada una de las instituciones donde laboró y lo hizo con la gallardía que tenían los maestros para reprender, educar y trabajar porque sus estudiantes fueron los mejores.
Carmen Ramona Hurtado, trabajó en las instituciones educativas del municipio Caripe como lo son el Liceo Dr. Julián Padrón, en los turnos diurno y nocturno, también en el Liceo Miguel Vecchio Marsiglia y la U.E. Martha Vecchio, tres colegios iconos del Jardín de Oriente.
Por más de 25 años ejerció la docencia en esos liceos de la localidad, pero llegó el tiempo de decir hasta aquí nos trajo el río, lo hizo por la puerta grande despidiéndose de tantas horas académicas, tantos recuerdos, anécdotas, compromiso y después de haber educado y enseñado a cientos de jóvenes de esta localidad. Cuándo se jubiló trabajaba en el Miguel Vecchio y el Julián Padrón Nocturno (educación para adultos)
Un brillo se ve en sus ojos cuando llegan los recuerdos de tantos estudiantes que pasaron por sus manos y dice “Me recuerdan con cariño y respeto, porque fui una profesora preocupada por los alumnos, por sus cosas, por sus estudios, siempre quería lo mejor para todos”.
Es importante seguir aprendiendo y adaptarse a los cambios tecnológicos. Que siempre sea información de interés, que sirva para el desarrollo integral del alumno, eso es lo que tenemos que buscar siempre los educadores en estos tiempos tan modernos, dice Ramonita Hurtado.
La educación ha sufrido modificaciones, antes éramos más exigentes si el estudiante no cumplía con los requisitos exigidos en la materia se aplazaba, ellos podían repetir años escolares, podíamos regañar a los muchachos ya que dentro de la institución éramos como unos padres para ellos, en esta nueva época educativa pareciera que los alumnos tienen más derechos que deberes.
Ramona responde muy orgullosa de ser una maestra de maestras “decidí estudiar educación porque la Universidad Pedagógica Experimental Libertador de Maturín abrió sus puertas el año en que gradué de bachiller, fue una gran oportunidad haber estudiado educación. Me gradué en la primera promoción, de esta prestigiosa universidad formadora de buenos profesionales”.
Ahorita hay más universidades que permiten más alternativas para estudiar, sólo que les falta motivación, un salario digno y autonomía en su clase, explicó Ramonita, como una voz orgullosa por lo que trabajó y formó.
La profesora «Ramonita» ahora se dedica entre otras cosas a cuidar de su hermoso hogar, estando con hijos, nietos y sus más cercanos vecinos de casi toda una vida, en la Frontera en el mencionado municipio, siempre con la alegría que la caracteriza.
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