El gobierno de Maduro quiere duplicar sus ingresos por tributos. Productores dicen que ya pagan hasta 10 impuestos. La empresas privadas venezolanas tienen rendimiento económico “ineficiente” por los muchos tributos que deben pagar al Estado, advierten expertos.
Maduro se ha puesto como meta duplicar este año la recaudación de impuestos en Venezuela para financiar sus proyectos y planes, pero expertos advierten que las empresas y los productos se verán perjudicados y que los precios de bienes y productos aumentarán en una coyuntura de por sí espinosa.
La recaudación tributaria aumentó 26 % en 2023 en el país sudamericano, detalló a principio de febrero el presidente Nicolás Maduro. El Estado venezolano recibió 5.750 millones de dólares a través del pago de impuestos, precisó.
Según Maduro, esas cifras reflejan que se ha venido “consolidando la cultura de pago de impuestos y tributos” por parte de personas y empresas privadas en el país.
Parte de sus políticas económicas de los últimos años había sido la exoneración de impuestos para determinados sectores, como el agropecuario y la importación. Esos beneficios llegaron a su fin, sin embargo, indicó en un evento televisado, en Caracas.
“Se acabaron las excepciones tributarias, las exoneraciones tributarias, salvo una o dos por temas de salud”, manifestó el jefe de Estado venezolano.
Si bien los detalles de su anuncio no se han publicado en la Gaceta Oficial, adelantó que esperaba que la recaudación de impuestos de 2024 llegar a los 10.000 millones de dólares, es decir prácticamente el doble de lo recibido por esos conceptos en 2023.
Según Maduro, esos recursos se usarán en financiación, obras públicas, educación, salud, bonificaciones “para el pueblo” y el pago de planes sociales, que llama “misiones”.
Las principales asociaciones de ganadores y agricultores del país, Fedeagro y Fedenaga, propusieron al gobierno en una carta mantener su exoneración tributaria por 3 años más, advirtiendo sobre los riesgos de cambiar “de facto” los planes de inversión “sin previo aviso” y su impacto en la seguridad alimentaria nacional.
Recordaron que no cuentan en Venezuela con créditos bancarios y tienen dificultades para obtener gasolina y diésel para sus operaciones en el campo.
Aldo Contreras, economista y profesor de las universidades de Los Andes y la Católica del Táchira, subrayó que los impuestos en Venezuela “pueden llegar a ser de 54 %” del total de una operación en sectores productivos, siendo de un máximo de 30% en otros países.
“El tamaño de la economía en Venezuela sigue siendo muy pequeño y la carga fiscal hace que las empresas sean ineficientes”, Contreras.
Puso como ejemplo una reciente asesoría que hizo a una importadora de vehículos desde Europa: debió calcular más de 50 % de tributos entre aranceles, el impuesto al valor agregado, un impuesto por pagos con divisas (conocido como IGTF), otro por “bancarizar” el dinero de la operación, así como pagos a la alcaldía de la ciudad donde se opera y otros desembolsos para varios ministerios y organizaciones estatales.
“Un vehículo que tiene un precio de venta al público de 22.500 dólares, de ellos 12.000 dólares corresponden a impuestos tasas y contribuciones. No se puede competir”, dijo.
Los ganaderos y agricultores venezolanos advirtieron que su sector tiene “una carga tributaria” de hasta 10 impuestos indirectos, que deben cumplir aún si sus ventas son bajas y que incluyen pagos a instituciones oficiales de vivienda, ciencia, deporte y antidroga.
Maduro anunció días luego, en su podcast semanal, que tendría una reunión con sectores económicos para hablar de “una reforma fiscal necesaria, de consenso”.
Sus nuevas medidas se conocieron luego de la extensión hasta junio de la exoneración del 90% del impuesto de importación y del impuesto al valor agregado para 1.550 productos.
“Eso genera mayores niveles de incertidumbre y desconfianza”, apuntó, por su lado, el economista y profesor de la Universidad Central de Venezuela, Luis Crespo.
A su juicio, el anuncio afectará la planificación de todos los sectores del país. Según el gobierno, el producto interno bruto aumentó más de 5 % en 2023, pero firmas especializadas, como Ecoanalítica, concluyeron que el año cerró en negativo.
“El de maíz es un sector que trabaja a pulmón, porque no tiene acceso a créditos. Si le quitan la exoneración al Impuesto Sobre la Renta (ISRL), ¿Qué pasaría con estos productores? Simplemente se desmotivarían y dejarían de producir”, aseguró a la prensa local el presidente de Fedecámaras en el estado Lara, José Manuel Alejos.
Crespo, por su parte, afirmó que es necesario esperar los detalles formales del anuncio “lleno de amenaza” que hizo Maduro sobre los tributos.
“Eso se debió discutir en espacios de entendimiento con empresarios y sectores productivos”, indicó a la VOA.
Antes de los anuncios tributarios de Maduro, Fedecámaras había pronosticado que el crecimiento económico de este año sería superior de 10 %.
Contreras, por su lado, opinó que Venezuela debe tener impuestos “acordes a su realidad” para que pueda haber mejores rendimientos para privados y el Estado.
“Si el Estado desea recaudar más, debe pensar cómo hace para que existan mayores empresas. Más empresas permiten recaudar más impuestos”, concluyó.
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