La FIFA anunció que una candidatura única de Brasil y dos conjuntas formadas por Estados Unidos y México por un lado y Alemania, Bélgica y Países Bajos por el otro, optarán para ser la sede de la edición 2027 de la Copa del Mundo femenina.
Una vez confirmadas estas alternativas, la FIFA llevará a cabo inspecciones presenciales de las sedes a partir del próximo mes de febrero y recogerá sus conclusiones en un informe de evaluación que se publicará en mayo, antes de que el día 17 se someta a votación abierta la decisión en el Congreso de la FIFA que se celebrará en Bangkok.
En el caso de Brasil las ciudades elegidas para albergar el evento, con estadios reformados o construidos desde cero durante la última década, serán Belo Horizonte, Río de Janeiro, Sao Paulo, Brasilia, Porto Alegre, Fortaleza, Recife, Salvador, Cuiabá y Manaus. Todas ellas, a excepción de las dos últimas, disfrutarían de partidos de octavos de final.
Por su parte la doble candidatura compuesta por Estados Unidos y México pretende tomar el relevo del Mundial masculino del 2026 que se disputará en ambos países y también en Canadá. A la espera de decidir las sedes, solo dos estadios aspirantes tienen menos de 48.000 espectadores.
En cuanto a la apuesta europea, su preferencia es que se desarrollase entre el 18 de junio y el 18 de julio. Hasta trece estadios acogerían partidos, estando todos ellos ya construidos a excepción del ZebArena de Charleroi, que se levantará entre el 2024 y el 2026.
El organismo aclara que «el proceso de evaluación se centrará en áreas prioritarias, como la visión de la competición y los parámetros principales, la infraestructura, los servicios, las cuestiones comerciales, la sustentabilidad y los derechos humanos».
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