Todo el mundo da referencias sobre qué hacer contra la covid-19, la vacuna más adecuada, pero nadie habla sobre el duelo. Cómo las personas pueden enfrentar la muerte de un familiar o quizás dos.
Los psicólogos Vannesa Nunes, Guadalupe Pérez y Alí Pellicer ofrecen orientaciones acerca de cómo sobrellevar de la mejor manera el duelo por la pérdida de un familiar a causa del nuevo coronavirus.
Un año en pandemia no ha sido suficiente para asimilar que la vida de todos los seres humanos cambió con la llegada de la covid-19. Aunque se sabe que el distanciamiento físico, el lavado frecuente de manos y el uso del tapabocas son los principales escudos para evitar formar parte de las estadísticas de contagiados con coronavirus, se ignora que la salud mental es cada vez más vulnerable y que los procesos de duelo que quedan en los familiares son más complicados de asimilar.
Desde el pasado mes de febrero el gobierno de Nicolás Maduro viene registrado un aumento significativo en la cifra de casos positivos y fallecidos, lo cual fue atribuido a la llegada de la variante brasileña P1 y P2, una cepa más contagiosa y letal, según varios estudios.
En redes sociales y en los portales de noticias es frecuente leer historias de familias que perdieron dos y hasta tres integrantes del mismo núcleo, lo que incide directamente en la salud mental de los deudos. Sobrellevar la pérdida de un familiar siempre será un reto, que se complica aún más cuando son varias personas de una misma familia. El no poder despedirse del familiar que ha fallecido como cultural y religiosamente se acostumbre, influye negativamente en el proceso de duelo, reseñó un trabajo de runrunes.
Vanessa Nunes, psicólogo clínico, resalta que todo proceso de duelo debe pasar por cinco etapas: negación, ira, negociación, depresión y aceptación; saltarse uno de ellos o quedarse estancado en alguno nos lleva a un duelo patológico. Un duelo puede durar de 6 meses a 2 años, sin embargo, considero que no hay un tiempo estipulado como “normal”.
Es muy importante estar conscientes que debemos mantener un rol activo para superar el duelo, no es simplemente pasar de una etapa a otra, hay que ir viviéndolas. En las circunstancias actuales es probable que la estadía en cada etapa se prolongue un poco más. Se requiere más tiempo para asimilar lo sucedido de forma tan repentina.
Evitar aislarse de la realidad. Limitar la exposición a las noticias y sobretodo evite juzgarse, es usual frases como “si no lo hubiera dejado salir”, “si lo hubiese llevado antes al médico”, “no le dimos tal o tal medicamento”, “tenía que haber ido a comprobar que estaba bien”, “por qué no lo traje a casa”. Ninguno de estos pensamientos son sanos ni va a revertir lo sucedido, aquí es donde tenemos que intentar tener mayor control mental.
Reforzar la solidaridad y la conexión familiar y con otros miembros importantes de la red de apoyo social y espiritual, identificar los miembros familiares que estén menos vulnerables y con mayor fortaleza emocional para brindar acompañamiento a los familiares más vulnerables y llevar la logística del día a día de la vida familiar, son algunas acciones que recomienda la jefa del servicio de psicología de la Alcaldía del municipio Sucre, Guadalupe Pérez.
De la misma manera, la especialista enfatiza la importancia de tener líneas abiertas de comunicación y no ocultar o silenciar la realidad vivida aunque tampoco todas las conversaciones familiares giren alrededor de este tema.
“El duelo es un tema de tiempo y de ir procesando y dar sentido a la experiencia. Situación que cambia cuando son muertes múltiples porque puede ser más larga de procesar y requieren más comprensión y protección mutua entre los familiares”, acota.
En este caso yo recomendaría que los dolientes más directos o por lo menos el líder familiar acuda a una consulta de salud mental (psicólogo o psiquiatra especialista en duelo) para recibir orientaciones para el manejo en el presente y futuro de las típicas reacciones que pueden ir apareciendo.
Tomar sol: Aunque sea unos minutos ayudará a producir vitamina D y fortalecer el sistema inmune. Realice alguna actividad física: Dentro de lo posible ejercítese, así sea caminar unos minutos al día. Sueño: Establezca una rutina habitual de ser posible. Hablar del tema: No sumergirnos en los rumores del día a día (cosa que puede tornarse difícil), pero intentar tener una persona para desahogarnos y compartir nuestras preocupaciones, enumera Nunes.
Entre tanto, el psicólogo clínico Alí Pellicer recalca que es importante mantener las rutinas, pues estas dan un poco estabilidad y noción de normalidad en la vida. Es necesario tener un tiempo de esparcimiento lo suficientemente amplio para despejar la mente. No se debe sobreponer un ámbito sobre otro, cosa que ahora se da con mayor frecuencia por el teletrabajo, lo que puede llegar a perjudicar a las personas significativamente.
En ese sentido, insiste en que para mantener una buena salud mental no solo hace falta hacer ejercicios físicos, también cognitivos. Alimentarse, dormir bien y tener tiempo de recreación y respetar los horarios de otras actividades.
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