Decenas de venezolanos llegaron al peligroso estado mexicano de Tamaulipas luego de que Estados Unidos los expulsó el jueves como parte de sus nuevas políticas migratorias para frenar el flujo de personas que intentan ingresar ilegalmente por su frontera sur. El gobierno de Joe Biden, paradójicamente, ha advertido a los ciudadanos estadounidenses de no viajar a esa localidad de México por sus altos índices de violencia.
“Echan a venezolanos de Estados Unidos por Tamaulipas”, “Instituto Nacional de Migración los abandona a su suerte”, titulan medios locales que han informado sobre la situación. Específicamente, a los venezolanos los dejaron en la zona fronteriza de la ciudad de Matamoros al ser interceptados en su intento de lograr el afamado “sueño americano”.
Confiados, sus deseos de cruzar al territorio estadounidense se intensificó luego de que el propio Biden dijo en semanas pasadas que no consideraba racional la deportación de venezolanos, cubanos y nicaragüenses, tres nacionalidades que están bajo regímenes totalitarios. Aunque el mandatario, en ese entonces, también comunicó que trabajaba con el gobierno de Andrés López Obrador para frenar la masiva llegada de extranjeros.
El medio local Hoy Tamaulipas reseñó que un grupo de venezolanos protestó este viernes en rechazo a las expulsiones. Las personas se taparon sus bocas, pintaron sus manos de blanco y se encadenaron. Muchos aseguraron que ya se encontraban en Estados Unidos cuando se anunciaron las nuevas medidas y que, bajo presuntos engaños, los subieron en autobuses hasta llevarlos hacia el Puente Nuevo Internacional de Matamoros-Brownsville.
“Teníamos más de siete días ya de haber llegado a los Estados Unidos. Nosotros entramos al país antes de que saliera la nueva ley”, “Nosotros solo queremos llegar a los Estados Unidos y luchar por construir un futuro mejor para nosotros y nuestras familias”, dijeron. Asimismo, mostraron a los medios sus documentos y brazaletes que comprobarían que desde el 7 de octubre pasado estaban en Estados Unidos. Al parecer estuvieron retenidos durante varios días hasta la expulsión.
Los ciudadanos, que estaban en un refugio en Matamoros, marcharon hacia el puente internacional con Brownsville, entonando el himno de Venezuela.
El Consulado General de los Estados Unidos en Matamoros informó en Twitter el cierre del puente por la protesta. “El gobierno de Estados Unidos ha instruido a los empleados que eviten el área hasta nuevo aviso. Los ciudadanos deben evitar el área, monitorear los medios de comunicación para obtener actualizaciones y notificar a amigos y familiares sobre su seguridad”, recomendó.
El Departamento de Estado de Estados Unidos recomendó en marzo pasado a sus ciudadanos no viajar a Tamaulipas debido al crimen organizado y al riesgo de desapariciones. Para esa fecha, autorizó la salida del personal no esencial del consulado general de Estados Unidos en Nuevo Laredo y miembros de sus familias debido a las condiciones de seguridad.
“La actividad del crimen organizado —que incluye tiroteos, asesinatos, robos a mano armada, robos de vehículos, secuestros, desapariciones forzadas, extorsiones y agresiones sexuales— es común a lo largo de la frontera norte y en Ciudad Victoria”, indicaron las autoridades norteamericanas en ese entonces.
El gobierno mexicano de Andrés Manuel López Obrador, aliado de Nicolás Maduro, no ha salvaguardado el bienestar y la protección de los migrantes y solicitantes de asilo en la frontera, advirtió el centro de estudios Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos.
De hecho, Alejandro Mayorkas, secretario del Departamento de Seguridad Nacional, reconoció deficiencias en la protección de los venezolanos.
“Las pruebas significativas indican que las personas que esperaban sus audiencias judiciales en México bajo el protocolo estaban sometidas a una violencia e inseguridad extremas a manos de organizaciones criminales transnacionales que se beneficiaban explotando las vulnerabilidades de los migrantes”, dijo el funcionario.