Por GREY LA ROSA.-
“Crónica anunciada de un monumental fracaso será el proceso de diálogo en México”, sentencio el político José Brito, quien explicó que la negociación que pretenden coordinar “los noruegos tiene una visión errónea de la situación que ocurre en Venezuela”.
“El procedimiento es erróneo porque los que se van a sentar allá son los extremos. No están los actores válidos de la política nacional porque los frustradores de la esperanza del pueblo a mí no me representan ni a la gran mayoría del país”, apuntó Brito, jefe de la misión parlamentaria que investiga los daños contra Venezuela en el período legislativo 2016/2021.
“En México están dialogando las élites, no el pueblo”, remarcó Brito, quien además aseguró que “son la misma cosa en distintas trincheras”.
“Los cuatro jinetes del apocalipsis que van por el bendito G4 no van por la solución de los problemas sino buscando la coexistencia política de ellos con el Gobierno”, añadió Brito.
Dijo que el propósito exclusivo de los viajero del G4 es garantizarse las franquicias de los partidos, “el chuleo a la comunidad internacional, la coexistencia con el Gobierno y generar un nuevo orden porque solo son ellos”.
Explicó que la reunión en México es una quimera porque adicionalmente las dos partes llegan pidiendo lo imposible: el G4 elecciones presidenciales inmediatas y el Gobierno con una lista de diez condiciones que no le pueden cumplir.
“El juego se trancó. Esa acción está perdida. Con lo de México que no se hagan muchas esperanzas. Es una lástima”.
En cambio, Brito propuso una verdadera mesa de diálogo donde se le pueda decir la verdad a la comunidad internacional, sean los noruegos, los chinos, los españoles, quien sea:
“Que en 20 años no ha habido avance en el campo opositor porque unos individuos que son unos chulos de la política entendieron que la política opositora es una franquicia y al verse amenazada esa franquicia, buscan niveles de entendimiento con los que hoy son gobierno para mantener un nuevo esquema que les permita sobrevivir”.
“Allí en México no van a debatir los problemas económicos de los venezolanos ni las sanciones al país, ni la crisis hospitalaria y tampoco la dolarización del salario y pleno respeto de las garantías de la calidad de vida”.