Las decisiones contraproducentes sobre el uso de la vacuna Astrazeneca siguen cobrando fuerza a raíz de los casos de trombosis en personas ya inmunizadas con el fármaco.
El temor de ver efectos secundarios en mujeres embarazadas hizo que este martes los gobiernos brasileños de Sao Paulo y Rio de Janeiro optaran por suspender la aplicación del producto biológico en este grupo de féminas, según un comunicado oficial publicado por AFP.
Al menos 77 personas han fallecido por trombosis y 351 presentan coágulos sanguíneos en varias partes del mundo días después de ser vacunados con la Astrazeneca, según reflejan medios internacionales.