Stalin González se ha movido junto a Henrique Capriles desde el año pasado para negociar con el régimen de Nicolás Maduro. Ahora aplaude y se suma a los esfuerzos de negociación que realiza el mandatario Juan Guaidó para lograr, entre otras cosas, un cronograma de elecciones libres. Advierte a la oposición que el chavismo busca dividir, y deben aprovechar las regionales como un paso estratégico que los reunifique para enfrentar las presidenciales
Stalin González no se ha separado de la oposición. Tampoco de Un Nuevo Tiempo (UNT), donde lleva militando desde el año 2007. Cree en la militancia partidista pero no en la inercia. Eso lo movió en 2020 a buscar, junto al exgobernador Henrique Capriles, una negociación con el régimen de Nicolás Maduro para lograr -entre otras cosas- condiciones electorales y liberación de presos políticos. Lo primero se logró a medias, razón por la cual abandonaron la posibilidad de promover dichos comicios.
Ahora, luego del anuncio de Juan Guaidó de conversaciones para sentarse en una nueva mesa de negociación con Maduro, y las venideras elecciones regionales y municipales, González advierte que el régimen usa la vieja estrategia de dividir a la oposición para imponerse más desde el poder y lograr sus propios objetivos, tanto políticos como electorales.
“Yo celebro que se haya (en la oposición) cambiado de opinión. Estamos acercando posiciones. Yo creo que las negociaciones son las que más dispersan al régimen. Nos encanta hablar de nosotros pero, ¿Por qué en el PSUV hay primarias? ¿Por qué creen en el voto interno o porque hay dos trenes a punto de colisionar?”, dice González.
También repasa la llamada teoría del quiebre, que considera no ha sido efectiva porque solo ha significado más unión dentro de la cúpula del chavismo al verse todos y cada uno de ellos amenazados.
“Si el régimen no oliera que la oposición va a ese proceso (elecciones), se hubiesen anunciado de otra manera. Por eso se toman decisiones sobre las tarjetas de los partidos, lo ponen más difícil. Están buscando su movilidad interna, el régimen le tiene miedo a que la gente participe”, afirma.
Otras de las cuestiones que recalca Stalin González es la necesidad que tiene la oposición de reagruparse, y aprovechar el descontento de la población y la que simplemente se ha desconectado de la política por la crisis social y económica. “Cuando ves el discurso de la dirigencia opositora en los últimos dos años solo se ha hablado de mecánica política, no de lo que está viviendo la gente, la pobreza. Este no es el país del 2017, 2018, ni siquiera del 2019”.
Es otro país y otra oposición, insiste el dirigente político, quien puntualiza que la oposición quiere seguir con los mismos códigos de apoyo de la clase media y ciudades importantes. “Hoy el potencial de la oposición es conectar con el más pobre. Eso quedó demostrado desde la elección Capriles – Maduro. En 2015 logramos ser mayoría por lugares como Caricuao, Guarenas, Catia, sur de Valencia, Maracay, parte de Oriente. Eso nos hizo ser mayoría, y allí hay otra necesidad, hay otros códigos, por eso hay sectores de la oposición que quedan aislados”.
– En su opinión, ¿dividir a la oposición siempre es una de las tácticas del gobierno?
—El régimen siempre busca dividir, como yo creo que cualquiera haría, y con una minoría como la que tiene, pues más buscaría dividir al adversario.
– Que hayan diálogo aparte del G4 ¿No contribuye con esa división?
—No está en nuestro objetivo. Si ese fuera nuestro objetivo nos habríamos ido de nuestros partidos. Nosotros queremos una unidad donde se discuta, se respeten nuestra ideas. La unidad se construye en base al debate. Yo soy un militante de partido desde que tengo 14-15 años. Creo en la disciplina partidista y eso se obtiene con el debate. Lo que se ha pedido es obediencia pero ahí no comulgo ni milito. La unidad hay que fortalecerla, pero se fortalece como el debate y que sea una unidad distinta, dónde se escuche la gente, se escuche a todo el que tenga una posición distinta.
– ¿Y ese debate no se está dando dentro del G4?
—Hace tiempo que no se debate y ha sido el error de los últimos dos años. Lo que creo es que no se escucha a nadie, y es parte de lo que hay que cambiar. En los últimos días hemos estado hablando, hemos retomado conversaciones y estoy seguro que buscamos acercar posiciones y entender que las cosas como se habían hecho no habían funcionado
– ¿Contribuyó la ampliación de la plataforma unitaria o la ampliación del debate se da por cada actor político?
—No conozco el debate sobre la plataforma unitaria, no he sido partícipe. Sí hemos tenido debate con nuestros partidos, es decir, el G4 y esa dirección partidista, para tratar de acercar posiciones en temas como las regionales y la negociación.
Yo celebro que ellos hayan dado un giro a su posición, pasamos de dar por cerrados los procesos como sucedió con el proceso que culminó en octubre de 2019, y cómo se llama a reabrirlo y a buscar una solución acordada, que ha sido mi posición. Ver el voto como un objetivo estratégico, hoy debe ser una herramienta de lucha, y tener la negociación para lograr un acuerdo y conseguir elecciones libres. No se nos puede olvidar que nuestro objetivo es un cambio político, y para mí eso se consigue con los venezolanos votando en una elección. ¿Cómo logramos esa elección? Para mí la vía es lograr acuerdos y espacios que nos permitan recuperar la democracia.
– El G4 cambió en la necesidad de tener que negociar, ¿pero cambió en la necesidad de votar?
—Yo creo que hay un debate en los partidos aguas abajo sobre la necesidad de mantener los espacios que se tienen, recuperar otros, y dar la lucha por otros espacios, entendiendo que ese no es el fin (las regionales). El fin es conseguir una elección presidencial y prepararnos para ello. Así es como yo veo las regionales: un momento para reorganizar los partidos, retomar el contacto con la gente, mantener los espacios y prepararnos para la presidencial.
– Pero el gobierno está cerrado a la elección presidencial, la remite para cuando termine el período de Maduro…
—Yo creo que es parte de la negociación, y la negociación de micrófonos no ayuda. Una parte de la oposición inició una negociación de micrófonos y consiguió respuesta. Yo creo que las negociaciones deben ser transparentes, que la gente debe saber, pero también deben ser discretas.
Hay que hacer todo lo posible para que ese proceso comience lo más rápido posible. Yo no lo veo tan rápido, pero creo que hay que hacer todo para lograr que esa negociación empiece rápido entendiendo que se han logrado cosas.
-¿Hasta ahora cree que lo que ha comunicado la oposición sobre la negociación es transparente?
—Yo no puedo hacer juicios de valor de todo porque no he sido parte de ese proceso y sus conversaciones. No dudo en su palabra, lo que yo no creo es que vaya tan rápido como se cree, pero hay que hacer todo para acelerar ese proceso. Ahora, para acelerarlo también tienes que entender que se han logrado cosas, no estamos comenzando de cero. Nosotros hemos construido y conseguido concesiones, porque más que una negociación es conseguir concesiones. Aquí hubo liberación de presos políticos tras el indulto, después de 14 años se invitó a la Unión Europea para que fuese observador internacional de un elección, aquí viene un proceso no con el mejor CNE del mundo pero sí el mejor que hemos tenido los últimos años, con personas que tienen valores democráticos y hay que darles una oportunidad.
Leí una entrevista en días pasados de Juan Guaidó, y las negociaciones se tratan de tragar sapos de lado y lado, ver cómo avanza y yo creo que se trata de conseguir unas regionales lo más transparentes, donde los venezolanos recuperen su garantía del voto. Debe haber una auditoría del REP y ya se anunció, debe invitarse observación internacional y se está avanzando en eso, debe resolverse el tema de los inhabilitados, se deben eliminar los protectorados y eso implica respeto a la Constitución y la voluntad de los electores; debe haber más acceso a los medios de comunicación.
– ¿El avance en las concesiones electorales se da más desde el CNE que en una negociación?
—No, yo creo que el tema de las regionales se pueden conseguir a través de acuerdos y en el nuevo CNE, pero esa negociación tiene que darse para discutir cronograma electoral a futuro. Soy de los que creo que no hay que cerrarse al cronograma electoral más reciente, sino hablar de un acuerdo mucho más amplio, a diez años. Parte de lo que ha pasado en este país es que se manipulan fechas de elecciones, se hacen cuando no son, por lo que debemos tener las reglas claras durante un buen tiempo, que tengamos instituciones fuertes.
Dentro de ese acuerdo también se debe hablar de la gente, y es parte de las diferencias que teníamos. Yo creo en los acuerdos humanitarios, por ejemplo, y que no deben ser condicionados a que haya un acuerdo político o no porque al final a la gente hay que ayudarla. El régimen quiere convertir Venezuela en Cuba y mantener controlados todos los escenarios, incluido el político, pero parece que algunos compañeros de la oposición quieren que esto también se convierta en Cuba.
Si podemos lograr acuerdos como el del Covax para las vacunas, o se refuerce la entrada del Programa Mundial de Alimentación. Todos sabemos cuál es el origen de que los niños en este país no tengan derecho a la comida, pero eso no quiere decir que no busquemos que se solucione.
– Eso cambia el concepto de la negociación que, por ejemplo, se mantuvo en Barbados, del ‘nada está acordado hasta que todo está acordado’. Se habla de acuerdo por partes
—Más que por partes se trata de incrementar. Se debe tener una agenda integral donde deben tocarse todos los temas pero no nos cerremos a los acuerdos que pueden lograrse e incrementarse con el tiempo. Hay mucha desconfianza de lado y lado. No es fácil ponerse de acuerdo después de 20 años de confrontación, hay que ver ese proceso incremental como parte para generar confianza.
– Así cómo se está planteando puede verse como una negociación de meses. ¿La oposición tiene la fortaleza de aguantar una negociación de meses ante un régimen con todo el poder?
—No sé si la negociación sea de meses. Lo que sí sé es que va a llevar tiempo su ejecución. La agenda seguramente se parecerá a la de Barbados, con algunas cosas más o menos, pero su ejecución en el tiempo va a ser de mediano plazo. ¿Cómo se constituye que se implementen cosas de ambos lados? Eso es lo que veo en el tiempo.
– Entonces, ¿Cuáles deberían ser los puntos prioritarios de la agenda?
—Creo que la negociación grande, donde estén garantes internacionales, debe presionarse para que se instale porque no lo veo tan rápido, y podríamos llegar a preacuerdos o acuerdos sobre el tema de elecciones regionales y que el CNE puede ir instrumentando.
Hay cinco cosas que la oposición pidió a la UE el año pasado: Un nuevo CNE y hay uno nuevo, hay una auditoría al registro electoral, donde todo el mundo debe participar; observación internacional sobre la que se ha dicho que ya el CNE está trabajando; el tema de los inhabilitados, pues todo el que quiera ser candidato tiene derecho a hacerlo; el tema de los partidos y sus tarjetas, es lo que veo más difícil pero hay que buscar su solución. ¿Qué le agregaría yo a eso? Respeto a la voluntad del pueblo, lo que signifique se eliminen los protectorados, acceso a los medios de comunicación. Todo esto debe implementarse antes de la elección que es el 21 de noviembre, y ya el cronograma está avanzando. ¿Cuál es el mecanismo de selección de candidatos de la oposición? Yo me inclino por las primarias, donde sea necesario, pero sobre ese proceso tienes que tomar decisiones ahorita. Tienes que ir a esa elección a pelear, hay que prepararse para ganar.
– Pero hasta ahora vemos que no hay decisión de los partidos, solo de aquellos actores que tradicionalmente quieren participar como los alcaldes
—Creo que hay un debate a lo interno, aguas abajo en la oposición. Vas al interior y hay candidatos para todo. Recuerdo una reunión antes de las elecciones parlamentarias, donde se le dijo a la gente que no se pudo lograr todas las condiciones para ir, además que los diputados los escoge generalmente la dirección nacional de los partidos, es raro que un diputado haga vida local para ser diputado a la Asamblea. El dirigente regional y local está pendiente de su estado, su municipio, su parroquia y ha trabajado toda su vida en eso. Esas aspiraciones no las van a poder parar y es lo creo está pasando.
Mi temor hoy no es ir a la elección, sino que vayamos desordenados.
– Pero hasta ahora Juan Guaidó no reconoce al CNE, los partidos no han definido su participación. El tiempo es corto para lo que se debe hacer…
—Insisto que soy de los que piensa que se debe ir a una elección, pero hace falta resolver algunos temas antes y se está trabajando. Creo que se puede dar antes del proceso de negociación. El problema es que se resuelva y se acuerden esas condiciones electorales para poder avanzar, porque sino no decidir es también decidir, y no decidir es decidir no ir y ahí no estamos de acuerdo. Hay que apurar los tiempos.
– ¿Pero están masticando chicle y caminando al mismo tiempo?
—Eso hay que hacerlo. No podemos ser monotemáticos. Aquí hay que montarse en la negociación, prepararse para las elecciones regionales y seguir siendo oposición porque se nos olvida seguir siendo oposición. Hay que reclamar que este sistema es más desigual, hay que reclamar un plan ordenado de vacunación, sobre los salarios, la inflación. No se nos puede olvidar que este país se hace cada día más desigual, aquí hay un poquito que tiene mucho y la mayor cantidad de gente que tiene muy poco.
– ¿En Un Nuevo Tiempo han avanzado las conversaciones para las regionales? ¿Sigue en Un Nuevo Tiempo?
—Sigo en Un Nuevo Tiempo, nunca hubo un pronunciamiento ni de ellos ni mío. Creo que hubo manipulación de algunos sectores para hacer ver lo contrario. Dentro del partido hay debate y se está discutiendo. Hay diferencias y acuerdos, pero insisto que debe verse la elección como un objetivo estratégico y no es que vamos a dejar todo para construir ahora una negociación.
Me parece muy bien que hayan cambiado. Parafraseando a Teodoro Petkoff, solo los tontos no cambian de opinión. Me parece muy bien que se hayan dado cuenta que por el camino que iban no iban a lograr nada.
– Dice que las elecciones regionales son estratégicas para llegar a las presidenciales, ¿eso podría incluir un referendo revocatorio contra Maduro?
—Eso es parte de la negociación, es un derecho constitucional de los venezolanos poder activarlo
– Pero ya sabemos lo que ocurrió…
—Igual forma parte de la negociación, es parte de lo que se vaya a discutir en esa mesa, pero es un derecho de los venezolanos. Creo que a eso hay que buscarle una solución pero esa responsabilidad la tiene más el régimen.
– Al margen de que se active, ¿Qué es lo más conveniente para la oposición? ¿Ese referendo o esperar al 2024 teniendo mayor solidez?
—Esto es algo que no debería decir, pero bueno, creo que se debería presionar con eso para lograr adelantar las presidenciales. Esa es la manera que veo de adelantar las presidenciales.
Si de verdad estamos pensando en un acuerdo que reinstitucionalice el país, en dar un largo tiempo de recuperación económica, eso puede ser un punto para adelantar las presidenciales.
– ¿Esa reinstitucionalización incluye a la Asamblea Nacional?
—Debe incluirla. Si tu quieres volver a la democracia esa es una sombra unicolor. Debes tener una Asamblea donde la sociedad y sus partidos estén representados, por eso debe estar dentro de los acuerdos.
– ¿Y qué se hace con la oposición que está en esa Asamblea?
—Ese plan no funcionó. Ni la abstención por si sola da resultados, por eso hablamos ahora de regionales y un acuerdo; ni ir por ir da resultados porque estás subrepresentado debido a que tu elector no tuvo confianza en ese proceso. Esos dos extremos no funcionan.
Separo la posición de cada uno porque no los meto en el mismo saco, pero son una realidad.
– Ir a esas elecciones debe ser en unidad, según lo que dice. ¿Cuáles son los límites de esa unidad? ¿Quiénes pueden estar ahí?
—Hay que buscar mecanismos para hacer que la unidad sea más fuerte. Las primarias son un mecanismo para ir consolidando más esa unidad. El tema es la participación y que sea un desorden. Estamos ya en el umbral para decidir.
– Si el G4 decide no participar, ¿Qué hará Stalin González?
—Creo que se debe ir a la elección con las condiciones que faltan, falta bastante pero no estamos en cero. Llegado el momento se podría ir con los que están. Hay que dar ese debate dentro de los partidos. Si permitieran el debate y escucharan a la gente, tuviéramos decisiones desde hace rato. Tenemos una dirección que le cueste escuchar, pero yo creo que están escuchando. Poco a poco.
– Saludaste junto a Henrique Capriles el acuerdo de la plataforma unitaria con bastante entusiasmo. Ese comunicado llama la atención por varias cosas: No nombra el acuerdo de salvación nacional, no es firmado por los partidos. ¿Qué pasó ahí?
—Es parte de acercar posiciones. Si vemos el comunicado los que se han movido a la negociación son otros, los que se han movido a buscar el voto como herramienta de lucha son otros, y está bien. Esto es un comunicado de los partidos intentando trazar una ruta. El comunicado habla de un respaldo a la búsqueda de un acuerdo donde se hable de acabar el sufrimiento de la gente, lograr reinstitucionalizar el país y lograr un cronograma donde la gente decida. Se invita a la comunidad internacional a que respalde el proceso y se agradece los pasos dados por la sociedad civil y algunos compañeros de la unidad en avances sobre este sentido.
– ¿Y la falta de firmas se debió a que algunos partidos no estaban de acuerdo?
—No, ahí estaban los partidos. A mí me sorprendió que saliera firmado por la plataforma, yo no hago vida ahí, solo soy militante de Un Nuevo Tiempo. Pero están representados los partidos.
– ¿A Stalin González y Henrique Capriles se les está comunicando sobre la negociación? ¿Pueden enviar propuestas?
—Estamos buscando coincidir y ponernos de acuerdo en un solo plan. Se está trabajando en un objetivo, un plan, un petitorio y una delegación. Los primeros interesados en que se logre esa negociación y tener un plan somos nosotros, pero eso también tiene unos tiempos y su metodología. Queremos unificar posiciones y tener una representación amplia de la oposición
-¿Amplia en qué sentido?
—Yo no creo en las oposiciones, eso es una narrativa del régimen para dividir. Yo no creo en que la oposición está dividida, yo diría que hay posiciones distintas y estamos buscando espacios para que sean escuchadas las divergencias. No todos los partidos representan a toda la oposición y estamos buscando que se sientan incluidos.
– ¿Están conversando con la mesita, con María Corina Machado?
—No lo sé. Entiendo que se han hecho esfuerzos para entablar relaciones con otros sectores, pero lo primero es ponernos de acuerdo entre nosotros y los partidos. Este es un proceso de tres negociaciones, así lo veo yo. Primero debe haber una negociación interna dentro de la oposición, luego un acuerdo con la comunidad internacional porque hay temas internos que son resueltos aquí pero otros incluyen a la comunidad internacional, y tercero debes estar preparado para negociar con el régimen.
– Existe un G4, ¿usted y Capriles son el G2?
—Nosotros somos militantes de Un Nuevo Tiempo y Primero Justicia, son mis compañeros.
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