Santiago, un joven camarero de 25 años, maltrató a sus padres hasta tal punto que tuvieron que echarle de casa. Tras emanciparse, salía por plaza de España y el Templo de Debod en busca de niños y adolescentes para abusar de ellos y, hasta hace poco, acumulaba dos detenciones en el lapso de unos meses por compartir y distribuir pornografía infantil.
En el mes de agosto fue arrestado de nuevo por la Unidad de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional acusado de violar a su propia bebé, nacida en mayo de 2022. También se le acusa de ofrecer a la criatura a otros pederastas para que tuvieran sexo con ella, incluso tríos. Nadie aceptó sus aberrantes propuestas, según ha podido comprobar la Policía tras la investigación a sus dos teléfonos. En su móvil se han hallado al menos dos vídeos en los que él mismo se grabó violando a la bebé cuando tenía menos de un año.
Durante la tercera detención de Santiago, su pareja y madre de la niña, de 20 años, también fue arrestada, ya que en su móvil había material pedófilo. El detenido la ha exculpado y se sospecha que empleaba su teléfono para compartir imágenes de menores. La progenitora detenida estaba a punto de cambiarse de sexo cuando conoció a Santiago. Se sospecha que la dejó embarazada para impedirlo.
El protagonista de esta historia de terror nació en Venezuela, pero se trasladó a España muy joven. Cuando era adolescente, a Santiago le echaron de su casa tras pegar una paliza a su padre. Mal estudiante, empezó a ganarse la vida como camarero en restaurantes.
A través de distintos perfiles en redes sociales intentaba seducir a menores de edad. Algunos tenían tan solo 14 años (por debajo de la edad legal de consentimiento) y, según conversaciones les ofrecía mantener relaciones «con condón o sin condón». Además, a todos los hijos de sus amigos les «lanzaba siempre la caña», cuenta gente de su entorno.
Vía 800Noticias
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