
En horas de la madrugada, extraños ruidos que salieron de la habitación de la casa de Kelvis Nicolás Nava Días, despertaron la curiosidad de una de sus vecinas.
La mujer al escuchar aquellos golpes tocó la pared y preguntó si todo estaba bien, no hubo respuesta, por lo que, decidió llamar por celular, pero no fue Kelvis quien contestó la llamada y quien lo hizo no dijo nada. Eso presagiaba algo muy malo.
Dentro del recito fueron encontrados sin vida, visiblemente golpeados y torturados los cuerpos de Kelvis Nicolás Nava Días, su esposa Dania Gregroria Gutiérrez (60) y su hija de 23 años, Daikelis José Nava Gutiérrez. Hecho ocurrido ayer martes 02 de septiembre.
La persona que contestó el celular de Kelvis es ahora la más buscada por los organismos de seguridad y figura como como principal sospechoso de haber cometido el crimen, el cual, se presume que no fue llevado a cabo de forma individual.
Pese a que el extraño contestó el dispositivo movil, el silencio del otro lado prevaleció. Tras la llamada la vecina colgó el celular y con «pendencia» se recostó nueamente. No fue hasta las seis de la mañana cuando se supo todo.
El hijo de la pareja y hermano de Daikelis, había salido muy temprano a trabajar como todos los días, entonces, decidió pasar por casa de sus padres a saludar. Cuando apenas despuntaban los primeros rayos del sol éste encontró la puerta cerrada con candado, algo que, según él es inusual.
Llamó y gritó los nombres de sus progenitores y en vista que nadie respondia, se trasladó a la parte posterior de la vivienda por donde pudo ingresar, allí se encontró con la dantesca escena, imagen que quedará grabada en su mente como si se tratara de un tatuaje.
De acuerdo a lo narrado por el muchacho, versión que fue recogida por los investigadores del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), su padre yacía tendido en el suelo de la cocina con el cráneo fracturado debido a los golpes que presuntamente le dieron.
En una hamaca quedó muerta su mamá y, cubierta con unas sábanas, envuelta en sangre y con algunos billetes encima, estaba su hermana de 23 años.
Al principio los rumores giraban en torno a que la familia había sido atacada a machetazos, pero luego trascendió que habían sido torturados y golpeados con un objeto contundente. Pese a esa información, los investigadores creen que hay cabos sueltos, por lo que buscan precisar muiciosamente lo ocurrido.
En medio de las pesquisas, una cosa si parece estar clara y es que tanto el hombre como la mujer asesinados tenían antecedentes de droga.
A este elemento se suma la posibilidad de que, el perpetrador podría tratarse de un joven enamorado de Dania. Al parecer, el hombre habría llegado bajo los efectos de psicotrópicos buscando consumir más, por lo que al ser conocido ingresó sin violentar puertas ni ventanas y por alguna razón, algo salió mal y todo acabó de la peor manera.
Sin embargo, los agentes dedicados a la criminalística no descarta otra hipótesis en este caso que por la saña con la cual fue cometido, pudiera tener ribetes de venganza.
De acuerdo a los registros del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Kelvis, tuvo un arresto por tráfico ilícito de drogas en la modalidad de ocultación. Efectivos policiales lo arrestaron el 27 de septiembre del 2014 por posesión de 5 envoltorios de cocaína. Tras ser procesado fue condenado a 4 años según el expediente IP01-P-2014-006491.
Dania, su pareja, también estuvo presa por el mismo delito, en junio del año 2016, según expediente IP01-P-2016-003032. De la hija de ambos, no se reveló detalles.
Los investigadores están escudriñando en el entorno social y familiar de las víctimas, tambien buscan intensamente al presunto novio o ‘enamorado’ de la joven asesinada.
La fase de allanamientos e interrogatorios está en desarrollo. Entre tanto, en Mauroa municipio costero del estado Falcón no se habla de otra cosa que de este dantesco suceso.
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