Tres intervenciones penitenciarias se han hecho en Venezuela en las últimas semanas, siendo la primera de ellas, la de Tocorón, la más sonada porque albergaba al más famoso grupo de delincuencia organizada de América Latina: El tren de Aragua.
Sin embargo, el propósito de neutralizar a sus líderes o “pranes”, planeadores de secuestros, extorsiones, tráfico de drogas, ajustes de cuentas y venta ilegal de armas, no se ha concretado.
Muy por el contrario, en Tocorón, Tocuyito y Puente Ayala, los líderes negativos: Niño Guerrero, R7 y Yunior Yagüez alias Pata e Queso, han tenido tiempo de huir con sus más leales secuaces, llevarse sus objetos valiosos y hasta despedirse.
El ministro de Interior de Maduro, Remigio Ceballos, ha hecho gala del despliegue multitudinario de grupos tácticos para el asalto a cárceles que irónicamente deben estar bajo el control del Estado, y ha dicho que la planificación lleva más de dos años diseñándose.
El plan no parece haber incluido el desarme y reubicación de los pranes en otros centros carcelarios. Aunque el régimen asegura que busca por mar y tierra a los que se han fugado, pero nada responde de los nombres más temidos del país, ahora en un lugar desconocido.
El Observatorio Venezolano de Prisiones llama la atención de evidentes negociaciones entre los líderes carcelarios y las autoridades para que la entrega sea controlada y no se utilicen el más grande parque de armas que tienen esos recintos, igual o más peligroso que los de la Fuerza Armada, dadas las mentes de quienes las operan.
Según el OVP las intervenciones supuestamente sorpresivas, selectivas y ordenadas en recintos penitenciarios son fundamentales para evitar cualquier tipo de planificación o resistencia de los presos. Entonces se pregunta “¿Cómo se explica entonces que hasta los vecinos sabían desde hace días que Puente Ayala sería intervenido?”.
Agrega que hace una semana los vecinos de las adyacencias donde está ubicada Puente Ayala, en el estado Anzoátegui, ya sabían que este recinto sería intervenido e incluso notaron con sorpresa cómo sacaban ganado y electrodomésticos desde interior del penal.
Y va más allá señalando que en el último caso, el de Puente Ayala tampoco tomó por sorpresa a los reclusos, “pues se conoció que el pran “Pata e’ Queso” y sus luceros tenían días sacando todas las pertenencias que resguardaban tras los barrotes.
Vía NTN24
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