Ahora, la coordinación entre las autoridades de ambos países y la INTERPOL habrían dado con el paradero de este personaje que, además de huir de la justicia venezolana luego de ser acusado de cometer varios delitos, senalado de extorsionar a prominentes comerciantes, empresarios y personalidades venezolanas desde el exterior. Su modus operandi, según los reportes periodísticos, era pedirles dinero, a cambio garantizaba no desatar una campaña de desprestigio a través de las redes sociales, especialmente en Tik Tok donde posee una comunidad de 90 mil seguidores.
Este post circula en redes sociales y da parte de la captura de Faría por parte de INTERPOOL.
Algunos extractos de la prensa internacional indican: “Con poco más de 89 mil seguidores en Tik Tok, el ciudadano Jhon Ramiro Faría Díaz, oriundo de Maracaibo, estado Zulia (al occidente de Venezuela) aprovecha desde el exterior la ventana que otorga esta red china para viralizar videos cortos en los que arremete contra varias autoridades, emite opiniones burlescas sobre la política nacional, ataca y extorsiona a empresarios de ese país sudamericano.
Jhon Faría, de 42 años de edad, se presenta en su perfil virtual como un tipo desenfadado, reilón, cómico y auténtico, lo mismo que grosero y dicharachero, que no le teme a nada ni a nadie. Es decir, como se dice coloquialmente se siente “guapo y apoyado”.
«Lo que parece ser una obsesión contra la policía, por la cantidad de veces que aborda el tema, es curiosa cuando Farías se desempeñó en su estado natal como funcionario policial y lo peor es que una simple búsqueda en Google con datos elementales como nombre y cédula de identidad arroja que estaría implicado en al menos dos asesinatos: los de Erick Chirinos Mora y Alexis Leal Montgomery«.
Asesinatos, expedientes, pruebas
De asesino en Venezuela a “influencer” en Miami
Lo que parece ser una obsesión contra la policía, por la cantidad de veces que aborda el tema, es curiosa cuando Farías se desempeñó en su estado natal como funcionario policial y lo peor es que una simple búsqueda en Google con datos elementales como nombre y cédula de identidad arroja que estaría implicado en al menos dos asesinatos: los de Erick Chirinos Mora y Alexis Leal Montgomery.
“Al uniformado de la Policía regional lo señalan de intentar matar, de manera infructuosa, a uno de sus compañeros el 29 de noviembre de 2015 durante el robo de un vehículo en la Zona Industrial de Maracaibo. La Policía Nacional capturó a su cómplice, John Ramiro Farías Díaz, otro policía, y este lo delató“, se lee en una información publicada en fecha 16 de febrero de 2016 por el diario La Verdad.
Según este documento de la Corte de Apelaciones, del 18 de enero de 2016, que llegó a la sala de noticias de la agencia Venezuela News, a Jhon Faría se lo acusa del delito de homicidio calificado en grado de frustración.
Otro texto reza, en sintonía con el prontuario anterior, que: “También en noviembre, Soto en compañía de John Ramiro Paría Diazy John William Viloria Franco, interceptó a un hombre que se desplazaba por la Zona industrial, para despojarlo de su vehículo Zephyr, marrón. La victima, también adscrita al CPBEZ, recibió tres impactos de bala al resistirse al robo”.
Incitación al odio
Este mismo hombre en una publicación donde cuestiona el trato que reciben los migrantes venezolanos dice con desparpajo una posible incitación al odio: “Mardito Maduro ojalá se muriera para la verga, Manuel Rosales (gobernador de Zulia) matá a ese mardito”.
En sus videos de mal gusto, casi siempre grabados en espacios públicos al aire libre, se lo puede ver ingiriendo alcohol o echándoselo encima, comiendo, en fiestas, corriendo o bailando gaitas con familiares. A la vez se muestra como un patriota que defiende a Venezuela de la fuerte campaña de satanización. En cualquier caso, bien vendría una investigación del Ministerio Público (MP) a este personaje que se vale de la cantidad de seguidores y “pegada” para linchar mediáticamente.