La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha presentado una nueva publicación y hace un llamado a los gobiernos para que prohíban urgentemente todos los sabores en productos de tabaco y nicotina, incluidos los cigarrillos, bolsitas de nicotina, pipas de agua (hookahs) y cigarrillos electrónicos, con el fin de proteger a la juventud de la adicción y las enfermedades.
Sabores como el mentol, chicle o algodón de azúcar enmascaran la dureza de los productos de tabaco y nicotina, convirtiendo productos tóxicos en anzuelos atractivos para los jóvenes. Los saborizantes no solo dificultan dejar de fumar, sino que también se han relacionado con enfermedades pulmonares graves. Los cigarrillos, que siguen matando hasta la mitad de sus consumidores, también se comercializan con sabores añadidos.
Los accesorios con saborizantes en productos de tabaco potencian su atractivo, y revelan cómo los sabores y accesorios, como filtros con cápsulas o gotas aromatizantes, se comercializan para eludir regulaciones y captar nuevos usuarios.
Los sabores son una de las principales razones por las que los jóvenes prueban productos de tabaco y nicotina. Junto con los envases llamativos y las estrategias de mercadeo impulsadas por redes sociales, han incrementado el atractivo de las bolsitas de nicotina, el tabaco calentado y los vaporizadores desechables, que se han convertido en productos adictivos y nocivos dirigidos agresivamente a los jóvenes.
“Estamos viendo cómo una generación se engancha a la nicotina a través de bolsitas con sabor a osito de goma y vaporizadores de colores brillantes”, dijo Rüdiger Krech, Director de Promoción de la Salud de la OMS. “Esto no es innovación, es manipulación. Y debemos detenerlo”.
La OMS reitera que los productos de tabaco, incluidos los productos de tabaco calentado, exponen a los consumidores a sustancias químicas cancerígenas y deben estar estrictamente regulados.