«La adolescencia es una etapa de grandes cambios físicos, emocionales y sociales. Durante este periodo, los jóvenes experimentan una amplia gama de sentimientos, desde la euforia hasta la tristeza. Sin embargo, cuando la tristeza se prolonga y afecta significativamente la vida diaria, puede ser un signo de depresión», así lo señala la doctora Josefa Chacín, médico especialista en Psiquiatría.
La especialista hace un llamado de atención a la población, en general a buscar ayuda profesional, si observa cambios importantes en su comportamiento habitual, como pérdida de apetito, sueño, dificultad para concentrarse, tristeza, pensamientos negativos asociados con el suicidio e interés en actividades que antes disfrutaban.
Un terapeuta puede ayudar a través de sus conocimientos a desarrollar habilidades para afrontar y a cambiar patrones de pensamientos negativos, ya que la depresión se trata y se cura.
La depresión es catalogada como un problema de salud pública global, porque más de 280 millones de personas padecen esta enfermedad en el mundo, acotó la Dra. Chacín que a nivel mundial se estima que uno de cada siete adolescentes de 10 a 19 años (14%) padece algún trastorno mental. Estas enfermedades siguen creciendo, en gran medida, por no recibir el diagnóstico y tratamiento adecuados.
Los adolescentes con trastornos mentales son particularmente vulnerables a sufrir exclusión social, discriminación, problemas de estigmatización (que afectan a la disposición a buscar ayuda), dificultades educativas, comportamientos de riesgo, mala salud física y violaciones de derechos humanos.
La especialista en Psiquiatría destaca la importancia de abordar las necesidades de los adolescentes que padecen trastornos de salud mental. «En estos casos es clave evitar la institucionalización y la medicación excesiva, priorizar las soluciones no farmacológicas y respetar los derechos de los niños recogidos en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y otros instrumentos de derechos humanos, según lo estipula la Organización Mundial de la Salud».
Asimismo, el organismo internacional afirma que «el suicidio es la cuarta causa de muerte en adolescentes en edad comprendida entre 15 a 19 años.
Los factores de riesgo del suicidio son diversos: abuso del alcohol, malos tratos en la infancia, estigmatización a la hora de buscar ayuda, obstáculos que impiden recibir atención y el disponer de medios para suicidarse. Los medios digitales, como cualquier otro medio, pueden desempeñar un papel importante en la mejora o el empeoramiento de las medidas de prevención del suicidio.
“Muchos abuelos han quedado solos, sobreviviendo con las remesas que sus familiares les envían, pero en muchos casos dependen de que un vecino los ayude, a hacer las compras o realizar las tareas de la casa, este tipo de situaciones, aunado a la separación de sus hijos, nietos y otros familiares, también pueden llevarlos a la depresión”, afirma la médica
La Dra. Chacín enfatiza la importancia de que las personas que atraviesan por cuadros depresivos mantengan la esperanza de un mejor mañana y para ello es vital que sepan que no están solos, que todos en su entorno están para apoyar y que nunca deben dejar de luchar.
La depresión puede causar dificultades en todos los aspectos de la vida, incluídas la vida comunitaria y en el hogar, así como en el trabajo y la escuela.
Los episodios depresivos pueden clasificarse en leves, moderados o graves, en función del número y la intensidad de los síntomas, así como de las repercusiones en el funcionamiento de la persona.
La especialista explica que “primero la población debe entender que la depresión no es igual a estar triste. Asimismo, manifiesta que está esa una enfermedad que se mantiene en el tiempo e incapacita a la gente en cuanto al funcionamiento, en el trabajo, en el hogar y en todo lo que respecta a la vida diaria”.
En el caso de las personas que puedan presentar algún síntoma de depresión, no siempre tienen el mismo estado de ánimo. La Dra. Chacín argumenta que «regularmente las personas que cohabitan con un paciente con depresión pueden saber lo que le está sucediendo al otro porque comienzan los síntomas con cambios de humor y el estado de ánimo, encendiendo las alarmas de que algo le puede estar pasando”.
Como en toda enfermedad, la familia siempre juega un papel fundamental en el apoyo a pacientes que puedan estar pasando por un cuadro depresivo, por lo que es importante seguir las recomendaciones de los especialistas en estos temas.
Tenemos que estar pendientes de los cambios de comportamiento de las otras personas con la que vivimos, viendo los síntomas que puedan aparecer como la falta de sueño, el aislamiento o que conversan poco esto debe llamarnos poderosamente la atención, en ese momento debemos ser empáticos y darnos cuenta de que necesitan ayuda profesional, asegura la psiquiatra Josefa Chacín.
La Psiquiatra señala, que muchas veces la ayuda que necesita el paciente tarda en llegar, por la estigmatización de la profesión, las personas tienden a rehusar ir a la consulta alegando «no estar locos». Es importante normalizar la asistencia a la consulta de Salud e Higiene Metal, porque allí será tratado por profesionales altamente calificados para proveerles las herramientas y tratamiento adecuado para superar su cuadro depresivo y mejorar su calidad de vida.
Finalizamos este reportaje con esta cita: «La depresión no es un signo de debilidad. Se trata de una señal de que has sido fuerte durante demasiado tiempo», Autor desconocido.
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