Usamos cookies para ayudarle a navegar de manera eficiente y realizar ciertas funciones. Encontrará información detallada sobre cada una de las cookies bajo cada categoría de consentimiento a continuación.
Las cookies categorizadas como “Necesarias” se guardan en su navegador, ya que son esenciales para permitir las funcionalidades básicas del sitio web....
Las cookies necesarias son cruciales para las funciones básicas del sitio web y el sitio web no funcionará de la forma prevista sin ellas.Estas cookies no almacenan ningún dato de identificación personal.
Las cookies funcionales ayudan a realizar ciertas funcionalidades, como compartir el contenido del sitio web en plataformas de redes sociales, recopilar comentarios y otras características de terceros.
Las cookies analíticas se utilizan para comprender cómo interactúan los visitantes con el sitio web. Estas cookies ayudan a proporcionar información sobre métricas el número de visitantes, el porcentaje de rebote, la fuente de tráfico, etc.
Las cookies de rendimiento se utilizan para comprender y analizar los índices de rendimiento clave del sitio web, lo que ayuda a proporcionar una mejor experiencia de usuario para los visitantes.
Las cookies publicitarias se utilizan para entregar a los visitantes anuncios personalizados basados en las páginas que visitaron antes y analizar la efectividad de la campaña publicitaria.
En la profundidad del silencio emocional, muchas personas gritan con gestos, palabras sutiles o actitudes que claman por ayuda sin pronunciarlo directamente. El suicidio, lejos de ser un acto impulsivo sin señales previas, suele estar precedido por signos visibles que, si somos capaces de reconocer, pueden salvar una vida. Como psicólogo clínico, he aprendido que detrás de cada intento de suicidio suele haber una historia de dolor no escuchado, de emociones no validadas y de conexiones afectivas rotas o desdibujadas.
Esta columna no pretende generar temor, sino conciencia. La prevención del suicidio no es tarea exclusiva de los profesionales de la salud mental; también es una responsabilidad social, familiar y comunitaria. A continuación, presento algunos de los síntomas más frecuentes de una posible ideación suicida, acompañados de estrategias de prevención, escritas en un lenguaje accesible pero con el rigor de la ciencia psicológica.
Hablar acerca del deseo de morir
Cuando una persona menciona directamente que quiere morir, incluso en tono de broma, es una señal clara de alarma. Frases como “a veces pienso que estaría mejor muerto” deben tomarse en serio.
Estrategia de prevención: Escuchar sin juzgar. No minimizar lo que siente. Mostrar disponibilidad emocional y buscar apoyo profesional de inmediato. A veces, sólo con ser escuchado con empatía se inicia el proceso de rescate emocional.
Buscar un modo de quitarse la vida
Investigar métodos para suicidarse, buscar armas, almacenar medicamentos o frecuentar sitios donde se sabe que ha habido suicidios, son indicios críticos.
Estrategia de prevención: Retirar los medios potenciales de daño, supervisar activamente a la persona y no dejarla sola. Contactar servicios de emergencia o líneas de atención en crisis, y acompañar en todo momento el proceso terapéutico.
Hablar acerca de sentirse desesperanzado y no encontrarle sentido a la vida
Cuando alguien pierde la capacidad de proyectarse al futuro, expresando frases como “nada tiene sentido” o “no hay nada por lo que valga la pena seguir”, el riesgo aumenta.
Estrategia de prevención: Fomentar espacios de escucha donde se pueda hablar de lo que duele. Reconectar a la persona con metas pequeñas, actividades significativas y redes de apoyo que le devuelvan sentido y pertenencia.
Hablar acerca de sentirse atrapado o con un dolor insoportable
El sufrimiento emocional intenso, cuando no encuentra una vía de expresión o alivio, puede llevar a la percepción de que el suicidio es la única salida.
Estrategia de prevención: Validar ese dolor sin minimizarlo. Ofrecer alternativas terapéuticas como psicoterapia o grupos de apoyo. El simple hecho de que alguien diga “entiendo que estás sufriendo” puede abrir puertas al diálogo.
Hablar acerca de ser una carga para los demás
La percepción de “estorbo” para la familia, amigos o pareja puede inducir a pensamientos autodestructivos, especialmente en personas mayores o con enfermedades crónicas.
Estrategia de prevención: Reforzar el valor personal, mostrar aprecio y necesidad emocional hacia la persona. Incluirla activamente en decisiones, hacerla sentir útil y amada. La inclusión es una medicina emocional poderosa.
Aumentar el consumo de alcohol o drogas
El uso excesivo de sustancias puede ser una forma de anestesiar el dolor interno o un paso previo a una conducta suicida impulsiva.
Estrategia de prevención: Ofrecer alternativas saludables de afrontamiento, como la actividad física, terapia ocupacional o redes de apoyo. Consultar con un especialista en adicciones y trabajar integralmente la causa emocional del consumo.
Actuar con ansiedad, agitación o descuido
Cambios bruscos en la conducta, como mostrar inquietud constante o desinterés por el autocuidado, pueden ser reflejo de una profunda alteración emocional.
Estrategia de prevención: Observar y preguntar con cariño. Intervenir desde el afecto y no desde la crítica. Establecer rutinas y promover la participación en actividades grupales o recreativas.
Dormir muy poco o demasiado
Las alteraciones del sueño están fuertemente asociadas a estados depresivos. El insomnio persistente o el dormir en exceso pueden ser formas de evasión o reflejo de angustia.
Estrategia de prevención: Buscar ayuda médica y psicológica para evaluar el estado emocional. Establecer horarios regulares de descanso, evitar pantallas antes de dormir y promover una higiene del sueño adecuada.
Distanciarse o sentirse aislado
El aislamiento social, voluntario o no, es una de las señales más frecuentes. A menudo, la persona deja de responder mensajes, evita encuentros o se aleja de sus redes afectivas.
Estrategia de prevención: No abandonar a quien se aísla. Insistir con respeto, ofrecer compañía sin presionar. A veces, una llamada constante o una visita inesperada pueden cambiar el rumbo de una decisión fatal.
Mostrar ira o hablar sobre buscar venganza
Cuando el dolor interno se expresa en forma de rabia hacia los demás o el mundo, puede derivar en actos destructivos o autodestructivos.
Estrategia de prevención: Reconocer que detrás de la ira suele haber tristeza o dolor reprimido. Promover la expresión emocional a través del arte, la escritura o el diálogo terapéutico.
Presentar cambios de humor extremos
La variabilidad emocional repentina, sobre todo si después de una profunda tristeza aparece una aparente calma inusual, puede indicar que la persona ya tomó la decisión de suicidarse.
Estrategia de prevención: No bajar la guardia. Acompañar con atención continua, reforzar la presencia emocional y consultar urgentemente con un profesional.
Un llamado a la empatía
En momentos de crisis, nuestras palabras tienen el poder de herir o sanar. Por eso, al escuchar a alguien expresar pensamientos suicidas, evitemos frases como:
– «Es ridículo que digas eso»
– «Tienes una vida maravillosa, ¿por qué quieres terminar con ella?»
– «No lo dices en serio»
– «¡No puedo creer lo que estás diciendo!»
Estas reacciones invalidan el dolor del otro. En su lugar, elija responder con empatía:
– «Lamento que te sientas así. ¿Puedes contarme un poco más?»
– «Parece que estás sufriendo un dolor tremendo y no ves una salida»
– «Tal vez te estés preguntando cómo la vida se volvió tan complicada y difícil»
– «En este momento, no estás seguro de las respuestas a los problemas que enfrentas»
– «Debes estar realmente dolido por dentro para considerar ponerle fin a tu vida»
Hablar de suicidio no incita al acto, lo previene. Reconocer los signos, responder con sensibilidad y acompañar sin juicios puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Todos podemos ser ese puente entre el dolor y la esperanza. Escuchemos con el corazón. Porque detrás de cada grito silencioso, puede haber alguien esperando ser salvado por una palabra, una mirada o un abrazo a tiempo.
“La empatía no siempre tiene respuestas, pero siempre tiene efecto”. (Dr. Trino J. Gascón G.)
Cobertura de actualidad y avances innovadores, con un enfoque en sucesos locales, política y más.