
Las sobras de comida y los ingredientes que parecen poco útiles pueden transformarse en platos deliciosos y nutritivos.
Esta práctica no solo es una excelente manera de reducir el desperdicio, sino también de ahorrar dinero y descubrir nuevas formas de cocinar.
Sopas y caldos: utiliza restos de verduras para hacer un caldo. Las cáscaras de zanahoria, los tallos de apio y las hojas de la coliflor, son una base aromática y llena de nutrientes. Una vez que tengas tu caldo, puedes añadir cualquier vegetal que tengas a mano para una sopa nutritiva.
Tortillas: Los huevos batidos son el lienzo perfecto para cualquier sobra de comida. ¿Sobró arroz? Conviértelo en torticas de arroz. ¿Tienes sobras de pollo o de carne? Pícalas y añádelas con algunos vegetales y queso. Es una comida rápida, completa y llena de proteína.
Reducir el desperdicio de alimentos es un hábito que se cultiva. Al adoptar estas prácticas, no solo le haces un favor al planeta y a tu bolsillo, sino que también potencias tus habilidades culinarias para siempre sorprender a la familia con recetas nutritivas.
La próxima vez que veas una sobra de comida, piensa en ella como una oportunidad para crear un plato creativo y delicioso.
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