En un mundo donde las enfermedades físicas se tratan con rapidez, pero los padecimientos emocionales muchas veces se minimizan, los especialistas en salud mental insisten en un mensaje claro.
»La mente y el cuerpo no se pueden separar», así lo afirmó al Periódico de Monagas la psicóloga Yrene Palomo.
La especialista explica que mantener un equilibrio emocional no solo ayuda a “sentirse bien, sino que impacta directamente en la salud física, la prevención de enfermedades y la calidad de vida».
“La salud mental y la salud física no son entidades separadas, de hecho pienso que están profundamente interconectadas e influyen mutuamente, de tal maneras que quizás no siempre percibimos conscientemente”, dijo la doctora Palomo.
Informó que se debe visualizar cuerpo y mente como un sistema complejo e integrado. “Cuando tu salud mental es sólida, estás mejor equipado para manejar el estrés, tomar decisiones saludables, mantener relaciones positivas y funcionar de manera efectiva en tu día a día. Todo esto tiene un impacto directo en nuestro cuerpo”, afirmó.
Agregó que uno de los ejemplos más claros de esta conexión es el estrés crónico, cuando una persona vive constantemente ansiosa, preocupada o deprimida, el cuerpo responde liberando hormonas como el cortisol. A largo plazo, los níveles elevados de estas hormonas pueden generar serios problemas físicos:
Aumento de la presión arterial y riesgo cardiovascular.
Debilitamiento del sistema inmunológico.
Problemas digestivos, como el síndrome del intestino irritable o úlceras.
Dolores crónicos, como dolores de cabeza o musculares, derivados de la tensión.
Alteraciones del sueño.
De igual manera, señaló que cuando la salud mental está comprometida, es más probable caer en hábitos poco saludables. “Una persona deprimida puede perder motivación para ejercitarse, alimentarse bien o mantener su higiene personal”, dijo.
Además, agregó que muchas personas recurren a mecanismos dañinos como el tabaquismo, el alcohol o la mala alimentación como forma de escape emocional, generando un círculo vicioso que termina por dañar aún más el cuerpo.
La doctora detalló que una buena salud mental tiene efectos positivos y protectores sobre el cuerpo:
Se gestiona mejor el estrés.
Se adoptan estilos de vida saludables.
Se sigue con más compromiso cualquier tratamiento médico.
Se reduce la percepción del dolor y se mejora la recuperación.
“Cuidar su salud mental no es solo una cuestión de ‘sentirse bien, es una inversión directa en su salud física y en su calidad de vida en general”, concluyó la psicóloga.
«como psicólogos, siempre recalcamos la importancia de atender tanto la mente como el cuerpo, porque son dos caras de la misma moneda del bienestar», recalcó.
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