«El que quiera colonizar a Venezuela, si tiene oídos que oiga y el que tenga ojos que vea nuestra historia, porque somos los mismos, Sucre, Jacinto Lara y Laurencio Silva, no se equivoquen jamás, el que quiera por las buenas que venga y el que venga por las malas que se atenga a las consecuencias».
Así se expresó el presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, en el Acto de Conmemoración del Bicentenario de la Batalla de Ayacucho, en el Paseo Monumental de Los Próceres.
«Ante la subestimación de los imperios, siempre está presente nuestra firmeza, nuestra lealtad y nuestra fiereza como combatientes y guerreros, y ese legado lo hemos heredado de nuestros libertadores y libertadoras».
Reiteró que tenemos la ventaja espiritual y moral, alegando que los enemigos imperiales, como sucedió en Ayacucho, pudieron y pueden hoy tener más armas y más ejército, pero la superioridad es nuestra.
«Vamos en superioridad moral, en ventaja espiritual, ellos podrán tener más armas y más soldados, pero aquí vence el corazón y la moral».
Afirmó que el Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, no fue un soldado vengativo
«Sucre apenas escuchó el pedido de capitulación y rendición por parte del ejército enemigo español, redactó y firmó el Acta de Capitulación. Se sentaron a firmar uno de los documentos más hermosos de la geopolítica latinoamericana, escrito por un cumanés, por un venezolano, el Gran Antonio José de Sucre, cuando los españoles se rindieron».
Agregó que Sucre asciende a Manuelita Saenz en pleno campo de batalla, dándole el rango de coronela del Ejército Unido Libertador, al ella batallar y atender a los heridos del ejército patriota.
«Manuela Saenz, aunque nació en Quito, es Venezolana, es una gloria de la mujer Latinoamericana, Suramericana y Venezolana», señaló el presidente Maduro.
Palacio de Miraflores/Orlando Ruiz
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