El ex secretario de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) Ramón Guillermo Aveledo considera que la oposición venezolana no está para despreciar oportunidades sin antes hacer una evaluación correcta de la situación que deben enfrentar.
“Las oportunidades vienen asociadas a los riesgos”, advierte.
Abogado y doctor en Ciencias Políticas, Aveledo es cauto al hablar, pero no deja de expresarse con claridad cuando el asunto lo requiere. La devolución de la tarjeta de la MUD, coalición opositora de la cual fue secretario general hasta su renuncia el 30 de julio de 2014, no le es indiferente.
Al respecto destaca que las tarjetas electorales, y en este caso “la de la manito”, tienen que ser el símbolo de una realidad -la unidad- y de una política acordada; es decir, la participación electoral.
“Allí hay una primera decisión a tomar que yo siento que los cuadros medios y bajos ya han tomado, y los liderazgos deben estar a tono con eso”, asevera.
Cuando se conversa con los líderes, destaca, “se da cuenta que no se plantean que eso significa legitimar a Maduro o no, sino que comprenden que es una estrategia, una herramienta para avanzar en la lucha por el cambio”.
Aveledo dejó de ser el secretario de la MUD debido a diferencias internas con los partidos de oposición y una campaña de descrédito en su contra. Desde entonces, y lo ratifica, se declara como militante “de la unidad”, sin otro cargo que no sea el de presidente del Instituto de Estudios Parlamentarios “Fermín Toro”, que viene ejerciendo desde 2010.
Además advierte que solo habla en su nombre, “en el de más nadie”, para afirmar que en las próximas elecciones regionales y municipales, la sociedad y las organizaciones políticas pueden participar “de un modo práctico, como un modo de protestar por la situación en tu municipio y estado y lograr el cambio que quieres en el país”.
“La gente en 1952 estuvo dispuesta a votar y votó mayoritariamente por URD y Jóvito Villalba. No era que reconocía a Marcos Pérez Jiménez, era que estaba dispuesta a cambiar la situación. La dirección de Acción Democrática en el exilio era partidaria de no votar, pero el pueblo adeco aquí resolvió votar y votó por URD porque le pareció que era la mejor manera”, recuerda el abogado.
-La tarjeta de la MUD fue reactivada ¿cree que pueda volver a aglutinar a la oposición? ¿Hay condiciones para ello?
-Creo que la rehabilitación de la tarjeta de la MUD es una gran oportunidad, pero las oportunidades siempre vienen asociadas a los riesgos. Explico primero porque es una gran oportunidad: Tiene un contenido simbólico, asociado a momentos de triunfo, a victorias democráticas del pueblo venezolano y al encuentro de distintas posiciones, liderazgos y partidos diferentes. La unidad es la base de la credibilidad interna y exterior de la oposición, porque siempre la comunidad internacional reclama mayor unidad en la oposición.
Entonces, ahí hay una oportunidad que puede ser aprovechada o no, ahí está el riesgo. Puede ser aprovechada con amplitud, buscando acercar a la mayor cantidad de opiniones y personas y presentando candidaturas creíbles, reconocidas en municipios, con un mensaje que la gente considere efectivo y esperanzador.
El cálculo del grupo de poder es que con la devolución de esa tarjeta van a contribuir con la división de la oposición. Por ello no solo aprueba la tarjeta de la unidad, sino otras tarjetas más que se solicitaron.
Que se pise ese peine, porque es la manera mañosa del régimen de proceder, depende de los dirigentes. De que los dirigentes nacionales, regionales y municipales comprendan y tengan la madurez de valorar el simbolismo de la tarjeta. Lo importante es que hayan candidaturas que reúnan la mayor cantidad de apoyos posibles.
Ahora, en esto hay una cuestión previa, como lo llamaríamos los abogados, que es la participación electoral. Este instrumento puede funcionar si se participa electoralmente, pues si no es como si te regresan un guante o un bate de béisbol que te habían quitado, pero ya no juegas.
-La oposición siempre acusa al Gobierno de Maduro de hacer trampa, ¿Por qué se cae en la trampa entonces? ¿Cómo evitar que eso pase?
-Yo no soy muy amigo de las metáforas militares porque yo soy civil, sin embargo, un lugar común de la cultura popular venezolana es que ‘guerra avisada no mata soldado’. Cuando tú sabes por dónde vienen, debes prepararte en función de ello.
Si lo que el gobierno pretende es causar la división de la oposición, entonces la reacción normal de la oposición es ver como hace para unirse y no caer en esa trampa. El gobierno normalmente ha estado provocando la abstención, creando desestímulos para la participación. Ahorita, por cierto, está creando estímulo para participar porque piensa que le conviene, no que la gente participe, sino mostrar esos estímulos para el consumo exterior, para lavarse la cara porque está muy rayada su reputación.
Hay que saber distinguir las oportunidades, cualquier rendija que se abra hay que saber aprovecharla. Lo importante es tratar de convertir este momento donde ha habido una apertura para tratar de que la democracia se cuele por allí, y en este caso para que se cuele de abajo hacia arriba, desde los municipios, las regiones se vaya colando la democracia, claro, con la acción que se tome desde el liderazgo político y social.
-Analistas coinciden que fue un error no participar en 2020, ¿Considera que se debe participar en estas regionales?
-Prefiero no mirar hacia atrás. Yo tengo mi evaluación de 2017 en adelante, inclusive de 2005, pero prefiero ver en este momento lo que más conviene. Para evitar confrontaciones y peleas entre los actores, antes de que empiece un torneo de inculpaciones, lo mejor es ver de ahora en adelante cuál es la mejor manera de que la cosa cambie. ¿Absteniéndome o buscando movilizar a través de la participación? Yo creo que es participando, no porque sea una solución que dé el cambio rápido que el país necesita, pero hay que avanzar, sobre todo recuperando la confianza perdida de la gente en el voto.
Ese voto se ha perdido por dos razones: por los grupos en el poder que lo han desprestigiado intencionalmente, y también de los sectores alternativos, que no siempre hemos aprovechado o estado a la altura de las responsabilidades recibidas. De eso hay que darse cuenta y buscar vías para que no vuelva a ser así, no se puede terquear y empeñarse en una cuestión que no funciona. Hay que mirar hacia delante.
-¿Con este CNE se pueden conseguir condiciones para participar?
-Este CNE es menos desequilibrado que los anteriores, fíjese lo que digo, menos desequilibrado que los anteriores. Espero que la investigación que anunciaron contra VTV por la apropiación de la señal por parte del PSUV avance, no es legítimo que eso ocurra.
Pero debe ser con la participación la que vaya empujando reformas, garantías, que se logren más condiciones. Por ejemplo, la misión exploratoria de la UE. Esto es algo importante pues la Unión Europea no observa elecciones regionales, pero ellos tienen unos estándares que en Venezuela están obligados a cumplir porque sino van a quedar expuestos, y la gracia que quieren hacer ante el mundo se les va a convertir en morisqueta.
Esta es una lucha larga y no es fácil porque el adversario es, como sabemos, superavitario en recursos y deficitario en escrúpulos. Por ello debemos ir poco a poco, pero con mucha decisión, empujando para abrir espacios.
-Nicolás Maduro anunció la eliminación de los protectorados ¿Tiene validez cuando ya se está en vías de aprobar una ley de ciudades comunales?
-Son dos cosas distintas. Los protectores son inconstitucionales y además fueron usados para estorbar, para restar competencias a los gobernadores legítimamente electos. Al final, como dijo el mismo Maduro en estos días, que gobierne quien gane las elecciones, de eso se trata justamente la democracia.
Aquí hay un asunto importante, las ciudades comunales son distintas pero parten del mismo principio de inconstitucionalidad.
La división político territorial del país está establecida en la Constitución de Venezuela, donde dice que la unidad básica y fundamental de la democracia es el municipio. Hay un poder público nacional, un poder público regional y un poder público municipal, no hay otros. Salirse de allí, es como si de ultratumba salieran las viejas leyes del estado comunal y del poder popular de hace diez años donde está la base del empobrecimiento que hemos vivido los venezolanos, y entonces ahora salen estas leyes de ciudades comunales y del parlamento comunal. Están asociadas a aquellas leyes viejas, que no se aplicaron pero cuando lo hicieron causó mucho daño.
Hay un primer momento de discusión dentro de la Asamblea Nacional, que ya ha avanzado, pero el debate debe saldarse a favor del país. Si este año elegimos municipios fuertes, e incluyo los concejos municipales, van a tener espacios de unidad política de gobierno que tienen los límites legales y constitucionales que corresponden.
El grupo de poder no quiere quedar mal para no perder descrédito afuera y por ello debe portarse bien. Ellos han enlentecido la aprobación de la ley, se aprobaron tres artículos y se paralizó, porque deben evaluar internamente y ante la comunidad internacional, que muestra rechazo a ello. Por eso se van a aguantar.
Tontos y locos no vienen juntos, hay que recordar eso. Ellos cometen locuras pero tontos no son, y eso ya deberíamos haberlo aprendido. Nosotros, como ciudadanos debemos producir señales, señales en base también a la comunidad internacional
-En base a esas señales, ¿ve condiciones para que Maduro acceda a la negociación y algunos de los planteamientos que propone Juan Guaidó con su acuerdo de salvación nacional?
-Veo que se están moviendo en ese sentido, y deseo que a esa negociación le vaya bien. Partamos de una base, toda negociación implica mutuas concesiones, no hay negociación en la cual sale todo lo que yo quiero, eso no es una negociación. Estos son procesos largos, que a veces parecen lentos. Hasta ahora las negociaciones generan desconfianza porque el gobierno se hace el loco y les da largas. Ese proceso debe seguir vivo, y la realidad va a ir dando motivos para que haya avances.
Si fuese por Maduro, no cedería en nada. Pero la realidad cambia, y desde el PSUV deben pensar en su continuidad como proyecto político, que haya vida después de la vida, les conviene que haya un clima donde todos puedan vivir, porque al fin y al cabo la democracia es eso, un pacto de convivencia entre sectores que no se quieren, entre gente distinta.
El que alguien gane no da un título de propiedad. Hay gente que confunde las juntas electorales y el CNE con un registro, y cree que al ganar elecciones te dieron un título de propiedad sobre ese municipio o estado. Es distinto, el empleador, que es la ciudadanía, resuelve quién le gusta y lo cambia a través de elecciones y les da un plazo para que ejerzan. Además en este país existen las revocaciones de mandatos. Los políticos dicen ‘es que yo soy alcalde, soy presidente, soy diputado’. No, estás de alcalde, de presidente o estás de diputado, estás mientras la gente te deje ahí, esa es la democracia.
Hay un eslogan del gobierno que dice que Venezuela cambió para siempre. Tiene las palabras correctas pero en el orden incorrecto, porque no es que Venezuela cambió para siempre, es que Venezuela siempre cambia porque los países siempre cambian.
-Si le ofrecen la secretaría de la MUD, ¿la aceptaría?
-Yo soy de Barquisimeto, allá es tierra de zonas áridas y chivos, y chivo que se devuelve se desnuca. Yo creo en la unidad, y soy militante de la unidad. Yo siempre estoy dispuesto a ayudar desde mi posición de militante de base. Hay mucha gente en el país, gente joven que debe tener la oportunidad de madurar y gobernar el país, porque no quiero que les pase como le pasó a mi generación. Es la que más vivió en democracia, la que más se había preparado, la que más experiencia había acumulado; y de mi generación, la década del 50, el único presidente ha sido Hugo Chávez, lo que no nos dejó tan bien como generación. Por eso quiero que a las demás no les pase como a la mía, que haya oportunidades para gente nueva, que por supuesto debe demostrar de qué está hecha. Tienen ahora una oportunidad para demostrar su madera, sus condiciones y potencialidades, yo espero que así sea.
Tomado del diario Tal Cual
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