Al menos 420 personas fueron detenidas en Francia durante la pasada Nochevieja en diversos incidentes y altercados que se saldaron también con 984 vehículos quemados, anunció el ministro del Interior, Bruno Retailleau.
Eso supone un incremento del 10.53 % respecto al pasado año en lo que se refiere a los arrestos y del 32.08 % en el número de coches incendiados.
De todas esas personas detenidas, 310 quedaron bajo arresto, precisó en un comunicado Retailleau, quien detalló algunos de los sucesos más graves que se produjeron durante las celebraciones del paso al nuevo año.
Destacó en particular el de un niño de dos años que recibió el impacto en la cara de un mortero de artificio en el centro de Lyon y que corre el riesgo de perder un ojo.
La práctica de quemar automóviles en Año Nuevo en Francia se originó a principios de la década de 1990, especialmente en los suburbios de Estrasburgo. Inicialmente, jóvenes de barrios desfavorecidos incendiaban vehículos como forma de protesta y para atraer la atención de los medios.
Con el tiempo, esta acción se extendió a otras ciudades francesas y se convirtió en una desafortunada tradición durante las celebraciones de Año Nuevo. Las motivaciones detrás de estos actos son variadas, incluyendo el descontento social, la búsqueda de notoriedad y, en algunos casos, fraudes al seguro.
Las fuerzas del orden habían desplegado a 90 mil policías y gendarmes en el territorio francés, 10 mil en París y en su área metropolitana, dentro del dispositivo de seguridad para la Nochevieja, que también incluía bomberos y voluntarios de protección civil.
“No podemos contentarnos con esta contabilidad anual, que sigue siendo demasiado alta», aseguró Retailleau, miembro del partido conservador Los Republicanos (LR) y conocido por sus posiciones de derecha dura en cuestiones de seguridad y de inmigración, subrayó en su comunicado en alusión a los cientos de coches quemados, que es un clásico de la Nochevieja en Francia.
«Esta violencia denunció- es el resultado del salvajismo de delincuentes cobardes que atacan los bienes de franceses con frecuencia modestos que no tienen medios para proteger sus vehículos en aparcamientos privados». La respuesta para el ministro tiene que venir con medidas de seguridad, pero eso no es suficiente, y por eso consideró que «para tratar realmente las causas de esta violencia gratuita y endémica, tiene que haber también una respuesta judicial que esté a la altura porque la verdadera prevención son verdaderas sanciones».
Cobertura de actualidad y avances innovadores, con un enfoque en sucesos locales, política y más.