El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, alertó que un deterioro en la relación entre Venezuela y Guyana, que se disputan el territorio de Esequibo, puede perjudicar a toda la región.
«No tengo ninguna predicción sobre cómo esta disputa continuará, pero lo que no quisiera que ocurra es que la relación entre Venezuela y Guyana se deteriore hasta el punto en que las acciones nos perjudiquen a todos, porque todos saldríamos perjudicados”, dijo en una rueda de prensa.
Rowley recordó el pasado 21 de noviembre que la posición de la Comunidad del Caribe (Caricom), a la cual pertenecen Guyana y Trinidad y Tobago, es que la situación se mantenga «en paz».
«Guyana sabe que tiene el apoyo de Caricom en esto, y Venezuela sabe también que Caricom apoya a Guyana. Así que no reaccionemos en exceso ni nos extralimitemos», agregó.
También expresó su preocupación por el hecho de que las negociaciones de su Gobierno para acceder a gas natural en el campo Dragón, en aguas venezolanas, podrían verse amenazadas por la disputa territorial.
La tensión ha escalado desde que la administración de Nicolás Maduro fijó para el 3 de diciembre un referendo sobre «los derechos» del territorio de casi 160.000 kilómetros cuadrados en disputa con Guyana.
El referendo, un movimiento unilateral que representa la mayor apuesta de Caracas en esta controversia, ha sido rechazado por Caricom y la Organización de Estados Americanos (OEA), entre otros organismos.
La Corte Internacional de Justicia (CIJ), que ha dictaminado que tiene jurisdicción sobre el tema, algo que Venezuela rechaza, celebró la semana pasada audiencias con ambas partes, en las que Guyana pidió tomar medidas para «bloquear» la consulta.
La región del Esequibo, rica en recursos naturales y minerales, ha sido el centro de una pugna entre las partes, que la han reclamado cada una como suya durante casi 200 años.
Guyana se basa en un laudo arbitral de 1899, que le adjudicó el territorio (entonces bajo el dominio del Reino Unido), mientras que Venezuela defiende que el Acuerdo de Ginebra, firmado en 1966, es el que rige esta controversia.
Además, Venezuela rechazó en septiembre una licitación petrolera anunciada por Guyana, argumentando que las áreas costa afuera son sujeto de disputa y las empresas a las que se les adjudique los campos no tendrán derechos para explorarlas.
Vía 800Noticias
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