Las intensas lluvias que desde el fin de semana afectan a la zona centro-sur de Chile han dejado hasta ahora tres personas fallecidas, más de 33.200 damnificados, 41.500 aislados y casi 33.000 evacuados, según el último balance difundido este jueves por el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred)
“No se proyectan nuevos eventos de precipitaciones que sean significativos en la zona centro-sur durante los próximos tres días”, señaló el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve.
La autoridad sostuvo que «no se proyectan» nuevas precipitaciones «significativas» para los próximos tres días y que tras las precipitaciones llegará un episodio de bajas temperaturas y «de heladas en los sectores del valle y de precordillera». Una situación que, dijo, será «de alto riesgo para las personas que están en situación de calle».
Monsalve comentó que la estación de monitoreo de la Dirección General de Aguas, ubicada en Curicó, en la región del Maule, al sur de la capital, acumuló en cinco días precipitaciones por 309 milímetros y esa misma estación el 20 de agosto registró la caída de 150,2 milímetros en 24 horas.
“El registro histórico más cercano de milímetros por 24 horas estaría en el año 1963, con 84,3 milímetros”, indicó.
“Los fenómenos que estamos enfrentando son de una magnitud muy superior a lo que el país ha enfrentado en otros momentos de su historia”, agregó.
La noche de ayer el presidente chileno, Gabriel Boric, anunció una serie de “ayudas tempranas” para las personas más afectadas por las fuertes precipitaciones, las segundas de gran magnitud que deja el invierno austral en la zona centro-sur del país (el episodio anterior fue en junio).
Entre las medidas anunciadas hay un bono «de recuperación de enseres» de hasta 1,5 millones de pesos (unos 1.800 dólares) por hogar afectado para «necesidades inmediatas», 600 viviendas de emergencia y ayudas económicas a agricultores y pequeñas y medianas empresas (pymes).
Este jueves el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Antonio Walker, dijo en una entrevista a la prensa local que los daños causados por las lluvias, en términos económicos, «podrían ser el doble de lo que fue en junio, cuando hablamos de 300 millones de dólares».
Las fuertes precipitaciones afectaron sobre todo las regiones de de O’Higgins, Maule, Ñuble y Biobío, todas ellas ubicadas al sur de la Región Metropolitana, donde se encuentra la capital.
En opinión de los expertos, son en parte consecuencia de los efectos del fenómeno de El Niño que vuelve con una fuerza histórica y sin precedentes
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