
El pequeño Nairkel Botia, venezolano, de cuatro años de edad, falleció tras agonizar durante tres días en un hospital, luego de ser salvajemente agredido por su padrastro.
El violento ataque ocurrió en la vereda Yarumalito, en el municipio de Yarumal (Antioquia), el pasado sábado, alrededor de las 7:00 de la mañana.
El menor quien residía en la localidad de Castilla, Medellín (Colombia) pasó sus últimos días en la unidad de cuidados intensivos, tras ser el blanco de una brutal golpiza que le propinó la pareja de su madre, un hombre conocido por el apodo de “Lámpara”.
Ese día, el pequeño se levantó a jugar, pero su padrastro le exigió que volviera a dormir. El menor se negó a volver a su cama, lo cual causó la furia del hombre, quien lo atacó a golpes.
Imágenes que circularon en las redes sociales mostraron el momento cuando el sujeto se abalanzó sobre el infante y lo sometió en el suelo. Posteriormente, lo golpeó en repetidas ocasiones.
El pequeño apenas alcanzaba a cubrirse con sus manos para tratar de defenderse del violento ataque.
El infante estuvo durante tres días en la UCI, donde luchó por su vida, pero no pudo resistir las graves heridas en su cabeza y tórax. Finalmente, el niño falleció.
Vecinos aseguraron que no era la primera vez que el hombre agredía al pequeño, pues los maltratos eran constantes.
Se pudo conocer que el sujeto sería integrante de la estructura criminal “Los Mondongueros”. Tras cometer la violenta agresión, intentó huir. Sin embargo, fue capturado rápidamente por la Policía Nacional de Colombia.
El medio Telemedellín conversó con Rafael Adrián Botía, un hombre venezolano quien indicó que era el padre del niño. El mismo aseguró que no tenía comunicación con el infante ni con su madre.
«No sabía nada de mi hijo, ya que no había quedado tampoco en una muy buena relación con mi expareja, y su pareja actual le prohibía que yo tuviera o pudiese ver a mi bebé», afirmó el entrevistado.
«Ese sujeto tiene contactos y tiene mucho poder en la calle, mucha gente le teme. Él es cabecilla. En un tiempo fue jefe mío. Yo fui manipulado, fui víctima de manipulación, sufrí daño psicológico. No solamente yo, sino también mi expareja, mi hijo, ya que fuimos obligados a vivir con él, porque yo era como su marioneta, su peón, el que vendía sus mercancías», dijo.
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