El presidente de Nigeria, Bola Tinubu, envió una carta al Senado de su nación en la que solicita autorización para una intervención militar en Níger tras golpe de Estado ocurrido en el país vecino la semana pasada que depuso al presidente Mohamed Bazoum.
La misiva del mandatario fue leída por el presidente de la cámara alta del Parlamento local, Godswill Akpabio. «Tras la desafortunada situación política en la República de Níger, que culminó con el derrocamiento de su presidente, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao), bajo mi liderazgo, condenó el golpe en su totalidad y resolvió buscar el retorno del gobierno democráticamente elegido», indicó Tinubu.
Asimismo, Tinubu señaló en su declaración, citado por la prensa local, que la Cedeao apuesta por reforzar sus capacidades militares y por desplegar personal «para una intervención militar destinada a imponer el cumplimiento de la junta militar en Níger en caso de que siga siendo recalcitrante».
Además, el mandatario pidió un bloqueo total de las rutas marítimas y aéreas al país. Tinubu, que también es presidente de la Cedeao, hizo referencia a un comunicado emitido tras una reunión de la organización «en un intento por restaurar la paz», en el que se propone el cierre y vigilancia de todas las fronteras terrestres con Níger, además de la reactivación de la vigilancia fronteriza.
También buscó el respaldo de la legislatura para cortar el suministro de electricidad, «movilizar el apoyo internacional» para la aplicación de estas disposiciones y lanzar una campaña de concienciación de los nigerianos sobre la importancia de estas acciones, en particular a través de los medios de comunicación.
Durante el fin de semana, el bloque regional de África Occidental dio a la junta militar una semana para devolver al poder a Bazoum, advirtiendo que no descarta el «uso de la fuerza» para cumplir sus objetivos, e impuso sanciones financieras inmediatas.
Un grupo de soldados de la Guardia Presidencial nigerina bloqueó en la mañana del 26 de julio la entrada al palacio presidencial, situado en la capital del país, Niamey, y retuvo al presidente Bazoum con su familia. Al día siguiente, los rebeldes anunciaron el derrocamiento del Gobierno y la imposición de un toque de queda en todo el país desde las 7:00 de la noche hasta las 5:00 de la mañana y la suspensión de todas las instituciones en Níger.
Tras tomar el poder en Níger, la junta militar acusó a la antigua potencia colonial, Francia, de planear una intervención militar para rescatar a Bazoum.
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