
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) ha dado orden de que se coloque una tobillera electrónica a todos los inmigrantes que forman parte de un programa de seguimiento en el que están inscritas más de 180.000 personas, según consta en un documento interno al que ha tenido acceso el diario The Washington Post.
Actualmente, solo 24.000 de los participantes —el 13 % del total— en este programa de seguimiento de ICE tienen colocada una tobillera electrónica.
Esta nueva orden otorga así un impulso inusitado al uso de dispositivos de seguimiento electrónicos, una controvertida medida que tiene más de 20 años de antigüedad en Estados Unidos.
Aunque el uso de estos aparatos se considera más compasivo que la detención física, su empleo también ha sido criticado por lo incómodo que resulta portarlos, además de la invasión de privacidad y el estigma visible que impone a aquellas personas que son obligadas a llevarlos.
Desde su retorno a la Casa Blanca en enero, el presidente estadounidense Donald Trump ha reforzado enormemente su lucha contra la inmigración y su Gobierno ha ordenado llevar a cabo 3.000 deportaciones al día.
Cobertura de actualidad y avances innovadores, con un enfoque en sucesos locales, política y más.