Varias zonas de Gaza han alcanzado el nivel más alto, el de «catástrofe», en el baremo de Naciones Unidas sobre inseguridad alimentaria, por la hambruna en el norte y sur de la Franja palestina.
La ONU, gobiernos y organizaciones no gubernamentales, como Acción contra el Hambre, elaboran este baremo en el que en enclave palestino llega al máximo nivel en esas zonas tras más de dos meses y medio de ofensiva militar israelí.
«La falta de alimentos es tan extrema que uno de cada cuatro hogares en Gaza sufre inanición, tasas alarmantemente altas de desnutrición aguda entre los niños más pequeños y un exceso significativo de mortalidad», advirtió este jueves Acción contra el Hambre.
La mayoría de las organizaciones humanitarias han reducido sus operaciones al mínimo en Gaza tras reanudarse los ataques después de la tregua de noviembre, según un comunicado esta ONG que trabaja en el enclave.
Muchos de los cerca de 1,9 millones de gazatíes desplazados, el 85 % de su población, se refugian en el sur, en lugares como Rafah, donde ni en las designadas por Israel como zonas humanitarias han escapado de los bombardeos.
La declaración de «riesgo altísimo» de hambruna afecta al norte de Gaza y a los miles de desplazados en el sur, «una de las zonas más densamente pobladas del mundo, donde la mitad de la población son niños», según la ONG.
En las últimas décadas solo se han producido cuatro declaraciones de hambruna: en Sudán del Sur (2017), Somalia (2011), Corea del Norte (1995) y Etiopía (1984).
En Gaza, más del 90 % de su población, de unos 2,3 millones de habitantes, se encuentra en una fase de crisis, emergencia o catástrofe humanitaria por hambre.
«Prácticamente todos los hogares en Gaza se saltan comidas cada día», advirtió la ONG, y sobre todo en el norte y entre los desplazados en el sur «las familias pasan días y noches enteros sin comer nada».
«El hambre nunca debería utilizarse como arma de guerra», denunció esta organización, pues además de que llevar a la muerte, causa un severo deterioro físico y psicológico.
«No llega suficiente ayuda a Gaza», alertó sobre las dificultades para el acceso de la asistencia humanitaria por los dos únicos puestos habilitados en el sur de Gaza.
«La combinación de bombardeos incesantes, escasez de alimentos, agua, combustible y la incapacidad de las agencias humanitarias para operar en Gaza nos ha llevado a esta situación desesperada», lamentó Chiara Saccardi, responsable de Acción contra el Hambre en Oriente Medio, citada en el comunicado.
«Es difícil encontrar harina y arroz y las personas deben esperar horas para tener acceso a letrinas y a poder lavarse. Estamos viviendo un nivel de complejidad en esta emergencia como nunca lo había visto”, añadió.
Saccardi relató que «la gente está enfadada, deprimida y desesperada (…). Tienen mucho miedo».
Acción contra el Hambre reiteró su pedido de un alto el fuego permanente «con la máxima urgencia», para que sea posible «una respuesta humanitaria significativa» si la comunidad internacional «quiere evitar que la gente muera de hambre».
La organización Human Rights Watch también acusó esta semana a Israel de usar el hambre y la sed como arma de guerra en su ofensiva dentro de la Franja de Gaza.
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